EL ADIOS A OMAR MORENO PALACIOS, EL GAUCHO DE CHASCOMUS


 A los 82 años falleció el artista Omar Moreno Palacios, fiel representante de la canción surera.

Quien difundió sus obras -Moreno Palacios era un especial intérprete de los cuentos del autor uruguayo Wimpi- fue el periodista y animador peruano Hugo Guerrero Marthineitz, en su inolvidable programa por Radio Belgrano, El Show del Minuto, allá por los años 70.

Siempre vestía de gaucho y sostenía que no se disfrazaba para cantar y que vivía con ropa de gaucho.

En alguna nota contó que en los comienzos estuvo muchos años para poder grabar y se cansó de recorrer las grabadoras para que todas le dijeran que lo proponía era muy bueno pero que no vendía.

También dijo en noviembre de 2006 a la agencia Télam que el canto surero no aparecía en los festivales de folklore porque "en estos lugares quieren solo palmas y bulla arriba del escenario".

EN QUILMES

Allá por noviembre de 2011 estuvo en Quilmes en la Casa de la Cultura, en el marco de un encuentro folklórico  de arte pampeano. Ahí dejó su impronta.

En esa oportunidad contó que vivía en Temperley desde 1968, aunque mantenía la impronta chascomusense de siempre.

Dio una charla magistral del canto de la llanura, y de la misma manera fue crítico para los cultores de ese año. Adelantó que iba a ser jurado en Cosquín y alertó: "Los cantores que van de la provincia de Buenos Aires no le cantan a ella y ya saben que no cuentan con mi voto.

Recordó que había tenido un maestro, nacido en 1877. "Sabía bastante y la forma que tenía de tocar la guitarra es irrepetible, la manera de distinguir los tonos y que los tuviese en cuenta. Aquí se hace un rasguido, ymcon esto se toca un triunfo, la huella, todo con ese rasguido. No se rasguea una huella como me enseñó ese maestro. Eso hay que revisarlo".

En esta ocasión Moreno Palacios se puso a recitar lo que entendía del canto surero y fue desarrollando los versos para conmover a la platea, por la autenticidad de un pensamiento preclaro.

"Que haya paz en los silencios, una cifra en las cajas, negritud en las milongas corraleras...

"El estilo es para mí el modelo del gaucho, por el molde de un... te amo.

"Mujer, siempre una mujer nos pone sangre en la cara, apuntalando los principios...

"Ojo con las alabanzas, una copita está bien pero muchas te marean. El hombre debe ser vertical en sus conceptos, así será su canto...

"En la historia de la humanidad el fuego fue la primera idea de la alianza, la segunda fue el caballo. El mundo se hizo a caballo.

"Los cantores de raza también deben tener otra visión del mundo. Ah, y cuando monte un caballo siéntase San Felipe Santiago, patrono de los domares...

"¿Cuántos son los que lo escuchan?¿Cinco, diez, doce...?

Ah...¿Son pocos? Entonces, sos uno más de los que cantan para el aplauso. Cada persona  es un mundo y si cantás para cinco, diez o doce tampoco hagas diferencias. Sé un zorzal en esa rama, hay cinco, diez o doce mundos que te están escuchando. ¿Te parece poco?

"Más allá de las espinas, están las rosas. ¿Cómo andamos de pimpollos? El tiempo nos va formando, nos coloca en una huella...

"A mí me pasa esto, es todo lo que siento y en lo que creo. Es mi modo de ser. No se es surero porque se cante una milonga, una cifra, una huella. Es un estilo de vida y la vida hay que defenderla en todos sus momentos. Recuerden que después del pan, la educación es la primera necesidad de los pueblos". 

En esta visita a Quilmes, el músico recordó que en 1957 se fue a Montevideo, Uruguay y que después volvió y le tocó el servicio militar. Cuando regresó se quedó en Buenos Aires y su vida fue entre el campo y el canto.

También critico a los que aplican el rasguido en la guitarra similar ante cualquier obra. "Aprendieron un rasguido y con ese tocan el triunfo, la huella, el gato, y no es así.

No les preocupó demasiado que no haya difusión del canto surero. "Dejalo ahí...Hay una zamba que dice qué suerte tiene mi pueblo, la gente no sabe que existe. Mejor poco y bueno.

Y así concluyó describiendo este encuentro pampeano que se dio en la Casa de la Cultura quilmeña: "Entiendo que eso le debe pasar al alguien para decir: yo soy un cantor surero. No es como una cifra, una milonga, un estilo... Es un estilo de vida".

Simplemente, Omar Moreno Palacios quien nos dejó a los 82 años, pero su impronta sigue vigente.

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