Barcelona (Redacción y agencias).- La reunión entre el ya proclamado sucesor de Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y los líderes de CiU, ArturMas y Josep Antoni Duran Lleida, mantenida la semana pasada en el Palau de la Generalitat para explorar posibles pactos en el Congreso de cara al fin de la legislatura, ya ha causado las primeras reacciones entre los partidos catalanes. Si el PSC ha dado su visto bueno al encuentro pero lo ha desvinculado del sentido del voto en los presupuestos de la Generalitat, el PPC ha criticado duramente que CiU quiera seguir siendo "el salvavidas" del PSOE.
Nadal bendice el encuentro
Los socialistas catalanes, grandes ausentes de la reunión, se han congratulado de la aproximación de Rubalcaba a CiU, en lo que consideran un ejemplo de "normalidad bilateral" entre gobiernos, pero han advertido que el PSC no cambiará su voto contrario a los presupuestos de la Generalitat. "Ya era hora que los dos gobiernos, Catalunya y España, se hablaran", ha opinado Joaquim Nadal, jefe de la oposición catalana, para añadir que esta reunión se inscribe dentro de "una estricta normalidad bilateral de gobierno a gobierno".
Nadal, que ha reiterado que su partido conocía de antemano la celebración de esta reunión, ha informado de que los dos gobiernos abordaron temas que afectan a la estabilidad parlamentaria de España, así como a la estabilidad presupuestaria de Catalunya. Fuentes socialistas habían confirmado previamente que Rubalcaba informó detalladamente al presidente del PSC, José Montilla, de la cena con Mas y Duran.
Preguntado sobre si esta reunión entre los dos gobiernos puede incidir en el sentido del voto contrario del PSC a los Presupuestos de la Generalitat para el 2011, Nadal ha sido contundente al afirmar que "nuestra posición es clara y está a la espera de un movimiento táctico y estratégico, de un gesto de CiU, y si no lo hace o lo hace en la otra dirección, son ellos los que eligen, no nosotros".
Asimismo, Nadal ha señalado que la reunión entre Rubalcaba y Mas tampoco afectará a la relación entre el PSC y el Govern de CiU: "El PSC mantendrá la posición del primer día de la investidura, de oposición constructiva, de alternativa de gobierno, de dialogo permanente y de contundencia en temas en los que no estemos de acuerdo", ha precisado.
Camacho pide a CiU que no sea "salvavidas" de Zapatero
También ha comentado el encuentro la presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, que se ha mostrado muy crítica con la actitud de CiU al presuponer que de la reunión salió un acuerdo entre ambos lados. Camacho ha pedido a la federación nacionalista que "deje de ser el salvavidas de la agónica legislatura de Zapatero" y ha considerado que los líderes de CiU se equivocan al "apoyar a un Gobierno que está llevando Catalunya y España a la UVI".
Sánchez-Camacho también ha destacado el papel del PSC en la reunión. Para la líder de los populares catalanes, "Rubalcaba ha agudizado la profunda crisis interna que está viviendo el PSC, un partido ya muy debilitado". A su juicio, "cada día que pasa es más evidente que el PPC es la auténtica oposición en el Parlament".
Críticas de ICV y ERC
Por su parte, ICV ha considerado que la reunión Rubalcaba-Mas es un "suma y sigue" y un "continuismo" de las "pésimas" políticas económicas del PSOE y de la de un candidato a la sucesión que, en su opinión, "tiene un alma muy poco de izquierdas". El líder ecosocialista, Joan Herrera, ha opinado que esta reunión expresa de "forma muy nítida y clara" una "continuidad" en la "pésima" política económica del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que su sucesor en el PSOE quiere continuar "del bracito de CiU".
También críticas de la portavoz de ERC en el Parlament, Anna Simó, quien ha comparado el apoyo que CiU puede haber ofrecido al vicepresidente para terminar la legislatura -apoyo que CiU ha negado- con el que en su momento dio "a un Felipe González agónico", lo que no le impidió pactar con Aznar (PP) meses después.
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