Barcelona. (Agencias).- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha pedido a los socialistas que tengan la misma actitud de "responsabilidad" y colaboración que tuvo CiU hace un año, cuando posibilitó la aprobación del plan de ajuste que presentó el Gobierno central ante las Cortes. En la sesión de control al Govern en sede parlamentaria, Mas ha asegurado que en las pasadas elecciones municipales, los catalanes castigaron al PSC por su actitud de "irresponsabilidad", por lo que les ha pedido un cambio de actitud, unas manifestaciones del presidente que han irritado profundamente a los diputados socialistas.
"Les pido responsabilidad porque tengo derecho a pedírsela", ha dicho Mas, recordando que en su opinión, el tripartito, cuya política económica era responsabilidad de un conseller del PSC, ha dejado las finanzas catalanas en una situación muy complicada, que el proyecto de presupuestos del Govern quiere combatir.
Mas ha hecho un llamamiento a los grupos opositores a "no obstaculizar" la aprobación de los presupuestos de 2011, alertando de que sin ellos Catalunya caería por el "precipicio".
CiU, a seis escaños de la mayoría absoluta, sólo tiene asegurado el voto a favor de las cuentas del diputado Joan Laporta, por lo que necesitaría al menos la abstención de PSC, PP o ERC. Hoy, sin embargo, las constantes apelaciones del presidente de la Generalitat a la "responsabilidad" de la oposición no han cosechado más que críticas frontales al proyecto presupuestario presentado ayer, que implica un recorte en el gasto de 2.680 millones de euros.
Menos contundente ha sido Mas a la hora de responder al PP y a ERC, consciente sin duda de que sus opciones de aprobar los presupuestos pasan por alguno de estos dos grupos parlamentarios, los únicos que aún no han decidido si presentarán o no enmienda a la totalidad.
La presidenta del PP de Catalunya, Alícia Sánchez-Camacho, ha recriminado al Govern que actúe "olvidando que no tiene la mayoría absoluta" en el Parlament y ha denunciado que sus presupuestos "no son para salir de la crisis sino para salir del paso". Para contestar al llamamiento a la responsabilidad de Mas, la presidenta del PP de Catalunya ha instado al Govern a "rectificar" las cuentas "para poder llegar a acuerdos".
Mas ha reconocido que son unos presupuestos "restrictivos", que "no ayudan a la reactivación" económica del país, pero que resultan "imprescindibles para salir del bache". Para tranquilizar a Sánchez-Camacho, Mas le ha ofrecido "hablar a fondo" en estas semanas, la ha invitado a plantear alternativas y se ha mostrado convencido de que "habrá gente responsable que entenderá que estos son los deberes que hay que hacer".
Por su parte, la portavoz del grupo parlamentario de ERC, Anna Simó, ha denunciado que las cuentas del Govern "ponen en riesgo la cohesión social" y le ha afeado que al mismo tiempo que ejecuta una serie de recortes sociales apruebe la eliminación del impuesto de sucesiones y renuncie a los ingresos que ello supone.
"Hagamos un pacto: basta de demagogia", le ha respondido Mas, que ha subrayado que "los 50 millones de euros" que el Govern dejará de ingresar por el impuesto de sucesiones apenas servirían para tapar el recorte en el gasto presupuestario de 2.680 millones de euros.
Mas ha prometido mostrar a ERC "el mejor ánimo de colaboración" y ha pedido su abstención a las cuentas asumiendo que el propio Govern se "tragará" el "desgaste" de imagen que supondrán los recortes.
Relacionadas
