La mañana de domingo transcurría con total normalidad en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera, hasta que el registro rutinario de las visitas a los presos se detectó droga entre los paquetes.
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La mañana de domingo transcurría con total normalidad en la Comisaría 31 de Rosario de la Frontera, hasta que el registro rutinario de las visitas a los presos se detectó droga entre los paquetes.
Cerca del mediodía, los efectivos policiales señalaron al familiar de un detenido de apellido Cuellar, quien trató de ingresar marihuana. Sin embargo, al verse frustrada la entrega de la droga los internos comenzaron a causar desorden en las celdas.
Inmediatamente la policía inicia un operativo cerrojo en la cuadra para evitar alguna fuga, mientras que dentro de las celdas comenzó a salir mucho humo debido a que los presos quemaron colchones en la reja de acceso principal al calabozo.
Control del fuego y la revuelta
Ante esta situación, también tomaron intervención los bomberos quienes además de batallar con el fuego tuvieron que recibir golpes por los objetos que les arrojaron los presos mientras sofocaban las llamas.
Luego, los efectivos policiales procedieron a disuadir y persuadir a viva voz a los presos, pero ante la negativa se procedieron a hacer uso de la fuerza pública en la medida necesaria con el objetivo de hacer cesar la agresión y resguardar la integridad física de los demás internos.
Finalmente, se reportó que cerca de las 13 la policía logró restablecer orden en parte interna de las celdas.