Muere Kenzaburo Oé, premio Nobel de la literatura

Muere Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura en los años 80
photo_camera Muere Kenzaburo Oe, premio Nobel de Literatura en los años 90

Con discreción absolutamente oriental se ha marchado de este mundo el escritor y Premio Nobel de Literatura en 1994 Kenzaburo Oé, el más europeo de los escritores japoneses, que hizo su tesis doctoral sobre Jean Paul Sartre y que se confesó profundo admirador de las obras de Cervantes, García Lorca y Ortega y Gasset. Ha fallecido a los 88 años por causas naturales, según ha informado la editorial nipona Kodansha.

Oé aglutinaba en su persona la bondad literaria y personal. Sería el segundo escritor japonés en conseguir el Nobel de Literatura, después del logrado en 1968 por su paisano Yasunari Kawabata.

Cuando le ofrecieron la Orden de la Cultura de Japón, Oé se negó a recibirla por el hecho de que la entregara el Emperador de su país. “No reconozco ninguna autoridad, ningún valor, superior a la democracia”, espetó entonces el autor de ¡Adiós, libros míos! (2012), que ha dejado más de una docena de novelas, varias colecciones de cuentos, ensayos, artículos y libros de viajes.

Su obra terminó marcada por dos dramas, el personal del nacimiento de su hijo, Hikari, con una grave lesión cerebral en 1963, y el universal de la II Guerra Mundial que terminó con aquellas bombas atómicas en su país. 

Su hijo Hikari es una de las figuras más familiares de su novela Una cuestión personal. Poseía, según Oé, “un oído absoluto” que le permitía componer música. Padre e hijo trabajaron juntos en la misma habitación con notas y palabras, rompiendo la forzosa incomunicación del chico a través de la música.

Nacido el 31 de enero de 1935 en el seno de una familia campesina, llegó a la Universidad de Tokio con 18 años y el fuerte complejo de un acento campestre. Se apasionó enseguida por la literatura de Montaigne, Balzac y Camus, al margen de la de Sastre, a la que dedicó su tesis y a quien entrevistó en París.

Oé fue durante años un escritor desconocido hasta que el premio Europlia, concedido en Bruselas en 1989, le abrió el camino al reconocimiento internacional. No obstante, a los 22 años ganó ya su primera premio, el Akutagawa, por su novela Shiiku (La presa). Oé criticó la rápida urbanización de Japón después de la guerra y el materialismo que iba sustituyendo la riqueza espiritual.

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