La nueva situación económica vuelve a obligar al consumidor a mirar con preocupación el bolsillo y cada compra se convierte en una gran decisión. Pero, ¿en quién confiamos a la hora de decantarnos por una marca o por otra?

Cada producto cuenta

Hasta ahora, los expertos en consumo dividían las decisiones de compra en dos grandes grupos. Por un lado, las básicas o rutinarias y, por otro, las más complejas o eventuales. Y es que, no le damos la misma importancia ni el mismo tiempo a decidir qué marca de tomate frito compramos o qué colchón. Los motivos son obvios (precio, vida útil, repercusión directa).

La inflación y la escasez de algunos productos han provocado que esto cambie por completo y que a aquellas compras rutinarias se les dé una importancia mucho mayor.

Por lo tanto, si antes solo 'investigábamos' y realizábamos nuestro propio estudio de mercado cuando necesitábamos adquirir un nuevo frigorífico o hacerle una revisión al coche, ahora esto se amplía y, por lo tanto, las decisiones rutinarias pierden fuerza, logrando que nos replanteemos cada gasto.

Publicidad no, gracias

Como sociedad hemos evolucionado y ya no somos tan ingenuos e inocentes como hace algunas décadas. Hoy en día, cualquier consumidor, en mayor o menor medida, conoce los principios del marketing. La publicidad no tiene la misma fuerza y no es tan sencillo 'colar' productos milagro, hay normas establecidas contra la publicidad engañosa y hemos aprendido a darle la vuelta a esa oferta que presentan de forma tan atractiva.

Incluso algunas marcas, que se creían intocables, están viendo como la percepción que tenían de ellos ha cambiado, y no precisamente para bien. Sobra decir algún nombre, ya que seguro todo tenemos en la cabeza varios ejemplos.

¿Y los influencers?

El mundo influencers, estrellas de Instagram, Facebook o YouTube, ha sido analizado al detalle estos últimos años. Su nombre se traduce como influenciadores, pero ¿influyen realmente en nuestra decisión de compra?

Son muchísimos los estudios que se han realizado sobre este tema y, más o menos, las conclusiones son similares. Instagram es la red más utilizada, más de la mitad de los usuarios siguen a influencers y más de un 30% confiesa haber comprado algo siguiendo la recomendación de una de estas caras conocidas y que les siguen con el objetivo de estar al día en alguna materia (moda, belleza, decoración, estilo de vida…)

Pero todo lo que sube baja y este escaparate también parece haber tocado su cima. “Lo dices porque te pagan”, “Esto no es colaboración”, “No me creo nada de lo que dices porque sé que es por dinero”, “Lo recomienda y no lo ha usado”... ¿Te suenan estas frases? Sí, son las que se pueden leer en cualquier post de cualquier influencers.

Un paso atrás

Ante este panorama, como cliente nos podemos llegar a sentir confundidos. Abrumados por tanta información y solos a la hora de tomar la decisión, la solución pasa por regresar al famoso 'boca a boca', a la decisión de un igual, al consejo del vecino.

Y en esto lleva años trabajando Elección del consumidor, en reunir las opiniones y el sentir de consumidores anónimos, con intereses, necesidades y obstáculos similares a los que tenemos todos.

Mediante un elaborado sistema de encuestas, recopilamos qué atributos son los que buscamos y qué esperamos y necesitamos de cada producto.

Ha llegado el momento de que las marcas busquen nuevos canales y cambien sus mensajes, pero también de que vuelvan a poner su foco en el cliente, en sus necesidades y la situación que atraviesan para lograr acercarse y convertirse en la decisión correcta.