Cuando la pandemia sacudió Cusco, una ciudad que vive del turismo, el sector de los artesanos fue uno de los más afectados. Desde Cusqueña, cerveza nacida en estas tierras, tenían la responsabilidad de hacer algo por ellos. De la mano de la agencia Publicis Perú surgió la idea de crear ‘El abrazo imposible’, una estatua para reactivar el turismo en la zona. “En lugar de generar ayuda a corto plazo, fuimos al corazón del problema creando una pieza para atraer turistas en un futuro”, explican desde la marca.

Separados por cientos de kilómetros, Rafael Lanfranco, artista pop que combina elementos andinos en propuestas contemporáneas, y Edi Mérida, empezaron a trabajar juntos para dar vida a una obra de dos partes que representará el abrazo que todos los peruanos quisieron darse cuando comenzó el coronavirus, pero las condiciones no lo permitieron debido al aislamiento social.

‘El abrazo imposible’ se inauguró en uno de los puntos más conocidos de Cuzco: la plaza de San Blas. A partir de esta estatua, otros 50 artistas crearon réplicas con diferentes estilos para subastarlas y para donar los beneficios a los artesanos de la zona.