Mientras cientos de iglesias cristianas se rompen los sesos actualizando su particular forma de hablar, músicos como Manuel Gagneux rescatan palabras de la Biblia caídas en desuso como "celo" o "ardor". ′Y con ellas domina las listas de éxitos! Es por eso que dos palabras con un potencial enorme para evocar el entusiasmo o la pasión como Zeal & Ardor, son ahora prácticamente propiedad de este músico satanista nacido en Suiza. Son de su propiedad al menos según los últimos resultados en Google Search.
Estudio de Pablo Fernández
escrito en Barcelona el 09 de Mayo de 2019
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Manuel Gagneux nació en 1989. Su padre Ohlé Gagneux trabajaba como percusionista de música cubana en la década de los noventa y pudo darle una infancia que él ahora identifica como ′privilegiada′. Estaba escrito que su hijo fuese a dominar pronto los detalles de la industria de la música. Con 23 años Manuel se mudó a New York y buscó en Internet una fusión que pudiese vincular con su afición al Black Metal - que es donde se había formado ya en la adolescencia. Ahora tiene 30 años y su tercera grabación de estudio con Zeal & Ardor titulada ′Stranger Fruit′, ha sido elegida por MondoSonoro como el mejor disco de metal del 2018. En las entrevistas acostumbra a equivocarse especialmente cuando habla de la historia, al mismo tiempo que demuestra sus grandes habilidades para el marketing.
¿Quién necesita decir la verdad cuando lo que realmente necesita es vender un producto? Sobre todo si tu producto es el espectáculo. Como músico emprendedor Manuel Gagneux se asegura de utilizar profusamente simbología satanista en la creatividad, tal y como también lo hicieron en su momento Led Zeppelin, Marilyn Manson o HIM. Manuel Gagneux, además, crea campañas de promoción mediante las cuales los aficionados son recompensados si se marcan la ropa o la piel con sus símbolos. El músico asegura a la prensa que por supuesto no cree en el Diablo, ni es religioso, pero que él trabaja en el mundo del espectáculo y trata de interpretar bien el papel que le corresponde. Su filosofía personal, sin embargo, aseguró a la revista Revolver que es una particular variación de lo que enseñó el siglo pasado Anton LaVey, el narcisista fundador de la primera Iglesia de Satán en San Francisco.
El sonido de Zeal & Ardor es francamente bueno y sobrecogedor en la línea de ′Carmina Burana′ de Carl Orff o ′The Omen′ de Jerry Goldsmith, que aun siendo una misa negra en latín literalmente ganó el Oscar a la Mejor Banda Sonora en 1976. Manuel Gagneux, por tanto, acostumbra a exagerar la originalidad de la fusión que se hace en sus discos. Las músicas negras de Estados Unidos de América que dice haber estudiado en los archivos históricos de Alan Lomax, de hecho, ya están claramente identificadas en el sonido de Rolling Stones, Led Zeppelin y Black Sabbath, que es el particular sonido que servirá de base a los grupos escandinavos de Black Metal. Cientos de grupos como Agalloch, Oranssi Pazuzu o Om lo han experimentado desde mediados de la década de los noventa y continúan experimentando a día de hoy con sonidos folk de todo tipo de civilizaciones americanas, nórdicas o asiáticas. Lo que es singularmente excepcional es la repercusión mediática que ha tenido el trabajo de Zeal & Ardor.
Cientos de variaciones del Black Metal
Manuel Gagneux asegura que conocía bien el Black Metal cuando creó Zeal & Ardor, pero que había en este sector muy poco lugar para la experimentación. Es poco creíble que no conociese la escena del Black Metal en su país vecino, Francia, donde grupos como Elend, Deathspell Omega o Igorrr ya experimentaban con el Black Metal desde 1996. La discográfica francesa ′Norma Evangelium Diaboli′ por ejemplo había editado la música de un grupo sospechosamente similar al suyo: Aluk Todolo. El nombre de este grupo francés de inspiración satanista es también una conjunción de dos palabras camino de la extinción en la región de Toraja y evoca una religión ancestral prohibida ahora por el gobierno de Indonesia. Hay desde luego un buen número de coincidencias entre ambos grupos. No en vano el transgresor disco de Black Metal de Deafheaven titulado ′Sunbather′ (Deathwish, 2013) había logrado el insólito puesto de 92 sobre 100 en Metacritic justo el mismo año que Manuel Gagneux forma Zeal & Ardor.
La idea de que el monoteísmo del cristianismo es el peor enemigo de la humanidad, obviamente, tampoco la ha inventado Manuel Gagneux. El deseo de recuperar las politeístas culturas paganas y los cultos previos al cristianismo que había en el norte de Europa, de hecho, surge del Romanticismo a principios del Siglo XX y pronto es apropiada por Adolf Hitler y su Partido Nazi. Porque claro, Cristo era judío. Si hablamos de música contemporánea, sin embargo, tenemos necesariamente que hablar de fechas más tardías. Anthony Charles Wakeford, por ejemplo, empezó tocando punk en 1977 pero ha acabado siendo fundamental en la creación de etiquetas como la del neofolk. Según la red last.fm cerca de un millar de grupos de música utilizan esa etiqueta para definir su estilo y como es habitual en estos casos los rodea una muy definida y particular filosofía.
El músico islandés Hilmar Örn Hilmarsson, por ejemplo, es sumo sacerdote de la iglesia Ásatrúarfélagið. Con sus más de 4.000 miembros esta es a día de hoy una de las más grandes instituciones o movimientos religiosos del denominado Neopaganismo. Al igual que en muchas iglesias cristianas de hoy día, en estas asociaciones tampoco importa demasiado si crees una cosa u otra sobre Odín y el resto de habitantes de Asgard. Tienen al menos, eso sí, un deseo común y generalizado de acabar con las huellas del cristianismo. Hay por tanto decenas de variaciones que tratan hoy de rescatar el paganismo, de las cuales ya eran deudores grupos como Wardruna, Burzum o Mayhem - algunos de los cuales estuvieron implicados en la quema de iglesias históricas del norte de Europa. Es entonces cuando Manuel Gagneux, siguiendo una coincidencia que asegura haber descubierto de forma fortuita, decide identificar al cristianismo como un enemigo común: ′Creo que hay similitudes en, por ejemplo, el hecho de que el cristianismo fuese impuesto sobre los noruegos y sobre los esclavos americanos′.
El cristianismo impuesto por los vikingos
Lo que le responde el mismo periodista del periódico The Guardian es muy cierto: ′Perdona pero el cristianismo fue impuesto a los noruegos por su rey Olaf II′. No es honesto culpar a los romanos, los godos o los sajones de la cristianización de los países nórdicos. Es cierto que los primeros en hablar del cristianismo en Dinamarca, Noruega o Suecia fueron los í¾rí¦ll o siervos. Estos prisioneros o esclavos obligados a prestar servicio en las granjas nórdicas, que eran capturados en los saqueos que los vikingos hacían en Inglaterra, Francia o Alemania, obviamente, tenían muy poca influencia en el pensamiento de sus amos. Poca influencia sobre todo en comparación con la influencia que tenían los verdaderos precursores del cristianismo en Escandinavia.
Los verdaderos precursores del cristianismo que acabaron con el paganismo en el norte de Europa eran precisamente los reyes o jefes de los clanes vikingos como Olaf Tryggvason, que mataban a todos los súbditos que no se convertían al cristianismo como vimos en el artículo sobre Metallica. Había obviamente intereses políticos y económicos que estaban en juego. Es fácil por eso dudar de que aquellas forzadas conversiones masivas se produjeran por el fervor religioso de los caudillos y reyes vikingos. Fueron en cualquier caso los propios vikingos los protagonistas de la desaparición del paganismo en Escandinavia y es esta la parte de la historia que oculta continuamente Manuel Gagneux.
El racismo es todavía hoy, no en vano, uno de los elementos que más divide a los organismos que dan forma al Neopaganismo. Muchos organismos como Asatru Folk Assembly, Wolves of Vinland o The Order combinan el Neopaganismo, la supremacía blanca o el satanismo y han sido identificados por el gobierno de Estados Unidos de América como grupos hostiles y potencialmente peligrosos. Obviamente la segregación de los hombres del norte iba mucho más allá de la que podía generar la diferencia de raza. Los críticos al racismo que hay dentro del Neopaganismo tienen que hacer a día de hoy verdaderas acrobacias para justificar cientos de años de masacres de los que eran simplemente ′los otros′.
Los hombres no necesitaron al cristianismo para ejecutar las órdenes de totalitaristas como Wu Zetian, Genghis Khan o Atila. La finalización del comercio de esclavos y el principio del derecho a la libertad en los reinos escandinavos durante el siglo XI es, por cierto, uno de los resultados del cristianismo más ignorados por el Neopaganismo. La excepción que hizo el vikingo Hallvard Vebjí¸rnsson ya en el 1043 le costó la vida y fue usada como ejemplo para la completa abolición en el Siglo IV . Este hijo de nobles intentaba proteger a una esclava embarazada cuando era perseguida por tres hombres armados. Fue por ello que a él lo hundieron en el fondo del mar con una piedra al cuello y a ella la enterraron en la playa.
Las conversiones de los esclavos afroamericanos
No es honesto sugerir que Manuel Gagneux sea el primero en llevar el gospel al terreno del paganismo. El propio blues de hecho surge realmente de los espirituales negros y se cruzaba a menudo con el gospel gracias a músicos como Boyd Rivers, Blind Lemon Jefferson, Charley Patton, Sam Collins, Josh White, Blind Boy Fuller, Blind Willie Mctell, Bukka White, Sleepy John Estes o Skip James. Sister Rosetta Tharpe fue de hecho muy influyente en blancos como Eric Clapton, Jeff Beck o Keith Richards o Jerry Lee Lewis, que llevó esa transgresión a la radio ya en 1957. Ray Charles creó con el soul un auténtico estilo musical propiamente dicho usando precisamente el blues y gospel. Marvin Gaye, James Brown o Aretha Franklin son sólo unos pocos ejemplos más de ese mestizaje del gospel. Michael Jackson, Madonna o Terence Trent D-Arby lo hicieron con el pop en los ochenta; Reef, The Black Crowes y King-s X lo hicieron incluso en el terreno del metal en los noventa; y ahora lo hacen Daft Punk, Algiers o el propio Manuel Gagneux, que es, como podéis ver, el último de una muy larga lista.
África es un tema que da mucho de sí. En África las tribus subsaharianas ya vimos en el artículo sobre el Salmo 137 que habían sufrido durante cientos de años la ocupación, el expolio y la esclavización de manos de los musulmanes antes de empezar a ser vendidas por los cristianos en Estados Unidos de América. ¡No habían asimilado el islam y mucho menos iban a asimilar el cristianismo! Veremos ahora por qué tampoco es honesto afirmar como Manuel Gagneux que el cristianismo fuese impuesto a los esclavos afroamericanos. Los cristianos que habían comprado esclavos para mantener sus negocios en los Estados Unidos de América, tenían buenas razones para no querer admitir la conversión de ellos.
Según los registros históricos los amos se negaban a menudo a permitir el bautismo de sus esclavos. Primeramente porque esa conversión les daba a los esclavos una categoría más elevada que les hacía sentirse incómodos. Los negros habían encontrado una gran ventaja manteniendo alejados de sus vidas privadas a los blancos y la realidad es que los blancos se sentían bastante más cómodos manteniendo esa misma distancia. Es cierto que excepcionalmente hubo misioneros anglicanos que buscaban la conversión de esta población afroamericana, pero los registros históricos que ellos mismos dejaron hablan de que no tenían éxito cambiando las costumbres. Los afroamericanos tenían así la autonomía para mantener hasta el Siglo XX principalmente un complejo sistema de creencias heredadas de África, ahora reconocido con el nombre de Hoodoo. Estas prácticas rituales les permitían incorporar nuevos elementos de los nativos americanos, los judíos o los cristianos, gracias a los cuales les protegía sobre todo el dios del panteón Yoruba llamado Legba.
Los esclavos no se inclinaron al satanismo como asegura Manuel Gagneux a la revista Metal Covenant. Legba o Papa Legba era una divinidad protectora y capacitadora, también identificada por los afroamericanos como ′El Hombre Negro′, por el color de su ropa, y se revelaba a los hombres generalmente en los cruces de caminos. Ese dios benefactor ha pasado a la historia de la música por el pacto que hizo con él un singular músico de blues nacido en 1911 y conocido entonces como Robert Leroy Johnson. Legba podía ser identificado con el Diablo pero sólo para despistar a los blancos. El saxofonista Charlie Parker aseguraba que los blancos ′no tenían la menor idea de lo que pasaba en los hogares′. Este apasionante tema es, por cierto, uno de los principales episodios de la historia que han sido tratados en el fantástico documental titulado ′Devil at the Crossroads′, que está ya disponible en Netflix.
El fracaso de la falsa publicidad
El escenario de simulación del cristianismo mediante el cual, según el profesor de filosofía Royer L. Taylor, los afroamericanos ′hacían pasar gato por liebre al blanco′, es perfectamente creíble y muy similar al que describe Anton LaVey en sus memorias cuando habla de los blancos. Anton LaVey, que escribe La Biblia Satánica en 1969, el libro que servirá luego de base para las creencias de Manuel Gagneux, escribe que confirmó la falsedad del cristianismo al observar la hipocresía de los cristianos. No dice nada nuevo en realidad. De hecho varios autores habían descrito en la misma Biblia cuadros de simulación del cristianismo ya en el Siglo I. El problema y lo que Manuel Gagneux no dice en sus entrevistas, es que también la honestidad de las memorias de Anton LaVey está desacreditada por biógrafos suyos como Lawrence Wright, James R. Lewis o Nikolas Schreck.
Anton LaVey, según afirman ellos después de haber seguido sus pasos, se inventó todas aquellas aventuras como empleado del circo, como músico en reuniones de avivamiento cristiano o como fotógrafo del departamento de la policía de San Francisco. Vimos hace tiempo un caso similar vinculado a Mike Warnke. Lo que sí parece ser cierto es que en 1963 tuvo una hija ahora conocida como Zeena Schreck. Anton LaVey la utilizó como recurso publicitario, vendiendo hasta discos con la música de su bautismo a los tres años, que identificó como el Primer Bautismo Satánico de la historia. Ella misma colaboró con su padre hasta 1990. Según cuenta Zeena Schreck en su propia página web, mientras recorría el país defendiendo el trabajo de su padre, tuvo una seria crisis de fe y comenzó a dar credibilidad a los argumentos que apuntaban a la falsedad de la leyenda y a que muchas de sus obras habían sido plagiadas. Zeena asegura que fue entonces cuando Anton LaVey y su administradora Blanche Barton pusieron en riesgo su vida.
Anton LaVey se esforzó mucho en relacionarse con la gente más influyente de su época. Como en muchos de estos movimientos religiosos sólo el nombre de la institución ya es más largo que la lista de miembros reales y su propia esposa ha confesado que falsificó para ello la firma de Marilyn Monroe. Zeena Schreck, su hija, describe un cuadro muy creíble de Anton LaVey, teniendo sobre todo en cuenta que para su progenitor el objetivo del ser humano debía ser constituir tu propia voluntad como única legítima autoridad. Aleister Crowley, que hizo un trabajo mucho más elaborado que Anton LaVey, lo sintetizó muy bien con la siguiente frase: ′Haz lo que quieras, será tu única ley′. Esta ley, sin embargo, tiene dos importantes dificultades para poder ser puesta en práctica hoy en día y ninguno de esos impedimentos son los vecinos cristianos - que, como hemos visto, no son a la hora de la verdad tan diferentes al resto de los seres humanos.
El alcance de nuestra propia voluntad
Aceptemos por un momento como única la ley de Aleister Crowley: ′Haz lo que quieras′. La primera dificultad que encuentran las personas que quieren poner en práctica esa epicúrea y única ley del satanismo moderno es que al final, en la vida diaria, somos incapaces de hacer algo completamente solos. Se ha dicho con razón que hasta ′leemos para saber que no estamos solos′. Manuel Gagneux es el primero que necesita a su audiencia para su trabajo. Si fuese posible aislarnos completamente del resto de los seres humanos podríamos quizás hacer prevalecer nuestra voluntad sobre la de los demás sin que los demás pongan resistencia pero no es el caso y, de hecho, probablemente, en ese hipotético caso del máximo aislamiento, nuestra voluntad comenzaría a cambiar para empezar a desear precisamente no tener tanto espacio para nosotros.
Esa conciencia de necesidad de contar también con la voluntad de los demás es, de hecho, lo que acabaría arrojando a la desengañada hija de de Anton LaVey en los brazos del moderno budismo. Kerry King, compositor y guitarrista de Slayer, por ejemplo, que es por cierto un grupo lejos de poderse acusar de cristianismo, aseguraba por la misma razón que después de haber leído el libro de Anton LaVey no podía tomárselo en serio ya que: ′era una forma de manipular tu mente para hacerte creer que eres lo que ellos quieren que seas′. A pesar de lo difíciles que son las relaciones personales y de lo mal que lo hemos hecho en el pasado, a pesar de lo mal que lo hacemos una y otra vez todavía hoy, lo cierto es que seguimos necesitando a los demás. No en vano el segundo mandamiento de la ley en la Biblia es ′amarás a tu prójimo como a ti mismo′.
Hay una segunda dificultad que encuentran esas mismas personas, las que todavía a pesar de todo, quieren seguir poniendo en práctica esa ley de ′haz lo que quieras, será tu única ley′. Esa dificultad es que rara vez sabemos lo que queremos y cuando lo sabemos, muy a menudo, tardamos apenas unos instantes en dudar y hasta cambiar de opinión. Y si finalmente conseguimos algo que hemos deseado, descubrimos automáticamente que no era lo que necesitamos y volvemos a empezar. No es cierto que nuestra voluntad sea sólida como esos prehistóricos monolíticos a los que se acercan muchos en el Neopaganismo. Más bien, como decía el profeta Isaías: ′Esperamos luz, y he aquí tinieblas; resplandores, y andamos en oscuridad. Palpamos la pared como ciegos, y andamos a tientas como sin ojos; tropezamos a mediodía como de noche; estamos en lugares oscuros como muertos. Gruñimos como osos todos nosotros, y gemimos lastimeramente como palomas; esperamos justicia, y no la hay; salvación, y se alejó de nosotros.′
La vida de entre los muertos
Los seres humanos preferimos crear amplios panteones de dioses a nuestra imagen y semejanza, por lo que no es casualidad que al final nuestros dioses ofrecen resultados muy similares a los que habríamos tenido nosotros mismos. En la Biblia Dios se muestra como ′completamente otro′ cuando dice que él aborrece lo que nosotros tanto amamos y ama lo que nosotros tanto aborrecemos. Este monoteísta Dios está además, según el mismo autor, desprovisto de atractivo para que le deseemos de forma natural. Es por ser tan diferente a nosotros que puede permitirse decir que él será fiel donde nosotros hemos sido infieles.
Jesús, que es el cumplimiento de aquella promesa sin atractivo para los hombres mencionada por Isaías, iniciaba su misión en este mundo leyendo este otro texto del mismo autor: ′El Espíritu del Señor me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad del Señor′. Eran palabras demasiado bonitas para ser creíbles si él no tuviese alguna capacidad diferente a la nuestra. Porque, ¿de qué le sirvió a aquel pobre vikingo llamado Hallvard Vebjí¸rnsson perder su vida si ni siquiera pudo salvar la de la mujer esclava o la de la criatura que llevaba ella en su vientre?
La tumba vacía de Jesús es sin duda la clave que permite todavía hoy a los cristianos confiar en que habrá salvación en él. Lo es porque su victoria sobre la muerte fue sólo el primer paso que tenía que dar para conseguir también la victoria sobre nuestra propia muerte. ′Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible′ -escribe el apóstol Pablo- ′y lo mortal, de inmortalidad. Cuando lo corruptible se revista de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido devorada por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?′.
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Estudio escrito en Barcelona por Pablo Fernández el .
Pablo Fernández tiene 122 artículos
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Video especial sobre ′Zeal & Ardor′
Enlaces de interés sobre ′Zeal & Ardor′
- Artículo sobre Manuel Gagneux en The Guardian
- Entrevista con Manuel Gagneux en Revolver Magazine
- Entrevista con Manuel Gagneux en Distorded Magazine
- Ficha en Wikipedia de los nuevos movimientos religiosos en el Neopaganismo
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