Una discusión sobre la cantidad de frecuencias que se pueden operar legalmente entre Venezuela y Panamá devino en la decisión de que ambos países terminen cerrando sus cielos nacionales a las empresas del otro país. Primero fue Venezuela quien le impidió volar a Copa Airlines cubrir el vuelo que une Caracas y Ciudad de Panamá. Ante esta situación e invocando la reciprocidad que suele imperar en las relaciones bilaterales entre los países, la Autoridad de Aeronáutica Civil de Panamá suspendió los permisos de operación de Laser Airlines y Turpial Airlines. Al parecer el detonante del conflicto fue el pedido de Venezuela para que sus aerolíneas incrementen el número de frecuencias a nueve, pero que llegó acompañado de la negativa por brindar a las aerolíneas panameñas el mismo derecho. Desde el gobierno venezolano indicaron que solamente se mantendrán abiertos los vuelos desde México, Bolivia, Irán, Rusia y Turquía.
