Marcos Urbay: una vida dedicada a la música

El premio nacional de Música y de Cultura Comunitaria, el Maestro Marcos Antonio Urbay Serafín, falleció este domingo a la edad de 90 años.

Dueño de una importante obra, Urbay, como todos lo conocían, fue un talentoso y brillante ejecutor de la trompeta, por cuya razón se ganó el calificativo de «Pico de Oro de la Trompeta en Cuba», además de ser educador de varias generaciones de músicos, quienes reconocieron en él a un virtuoso de este instrumento.

Comenzó tocando en el jazz band Hermanos Farach, de su ciudad natal. En 1949 se trasladó para La Habana, donde integró varias agrupaciones, entre ellas la famosa orquesta Riverside, la del cabaret Tropicana, la Filarmónica de La Habana, la del Canal 4 de la televisión y la Sinfónica Nacional.

Fue, asimismo, maestro fundador de la Escuela Nacional de Arte; también impartió clases en el conservatorio Alejandro García Caturla, preparó a los maestros de trompeta de todo el país, además de ser autor de los libros de texto de la enseñanza de ese instrumento.

Con más de 60 años de labor artística, el Maestro Urbay poseía numerosas condecoraciones, entre ellas la Distinción por la Cultura Cubana, las medallas Raúl Gómez García y Alejo Carpentier, así como el Premio de Honor del Cubadisco.

Una muestra de su grandeza fue la respuesta dada a Granma en ocasión de haber recibido el Premio Nacional de Música 2018: «Casi todos los días cruzo por el parque del pueblo y allí veo un monumento a Maceo que tiene inscrita una frase de él: “Soy un obrero de la libertad”. Yo pienso igual, me considero un simple obrero de la música. Así quiero que me recuerden, como una persona que dedicó toda su vida a esta manifestación artística».