ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Varias familias cubanas recibieron el Reconocimiento público al Mayor Amor 2019 que otorga el Centro Nacional de Educación Sexual. Foto: Ulises Padrón/Cenesex

Olga Cecilia García Moreira es una madre orgullosa. Quien conozca de ella y su hijo Andy Frank Martínez, no puede menos que sentir el mismo orgullo y admiración por ese ahínco, que hoy le muestra cuánto puede recompensar el amar a toda costa y apostar al desarrollo pleno.

«Olga y Andy son una familia nuclear integrada por una madre y un hijo, ejemplo de perseverancia y vitalidad para crecer con autonomía. Olguita ha sido capaz de sostener su sonrisa ante cualquier adversidad; no ha cejado en darle a Andy, su hijo, la posibilidad de un futuro mejor. De esta manera contribuye a potenciar el desarrollo de sus habilidades y mejorar su calidad de vida. Como madre soltera se ha crecido junto a su hijo. Entre fisioterapias, consultas profesionales y el deporte, también ha sido capaz de crear espacios de ocio saludables; por eso Andy es el mejor fruto de su empeño», destaca un texto elaborado en casa, en el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), donde trabaja desde el año 2016.

Olga y Andy son una familia nuclear. Foto: Ulises Padrón/Cenesex

Andy es fruto de su decisión personal por tener un hijo y hacer su propia familia. Cuando nació, hace 20 años, con 10, 9 libras, tras una mala manipulación del parto adquiere una parálisis braquial obstétrica derecha que a partir de los nueve meses se transformó en una lesión del sistema nervioso central.  «Lo mejor de esta familia monoparental es todo lo que le ha aportado a otras familias que podrían enfrentar este mismo problema. Lo primero que hizo Olga Cecilia fue desafiar los diagnósticos, de aquellos que le decían que no había solución, estimular a Andy constantemente, transmitir su experiencia a otros»…

«Andy comenzó en la Quinta de los Molinos como jardinero, en la inserción social de jóvenes con discapacidad intelectual; y un mes después lo evaluaron por sorpresa para ocupar la plaza de auxiliar de informática, que obtuvo con resultados excelentes».

Para Olga « la mejor manera de decir es hacer. Yo no quise nunca renunciar a mi profesión, a mi desempeño, a la crianza de mi hijo y eso  me enorgullece… Toda esa fuerza la aprendí de mi madre. Soy la menor de una prole de cinco hijos y mi hermana mayor es discapacitada mental severo- profunda. No puedo darme el lujo de amilanarme. Cada vez que creía que iba a fallar, pensaba en ella que está viva y todavía estamos juntas luchando, ella con 65 años, y mi mamá con 87», comentó.

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A los 16 años, en una Santiago de Cuba que era un hervidero de lucha, se incorporó a la clandestinidad el hoy General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quinta-Solás, combatiente fundador del Ejército Rebelde y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La familia que formara el General de Cuerpo de Ejército junto a Hilda Santiago Páez, ha mantenido por tres generaciones ya, una tradición de absoluta entrega a la defensa de los valores más sagrados de la nación cubana. Foto: Ulises Padrón/Cenesex.

La familia que formara junto a  Hilda Santiago Páez, ha mantenido «por tres generaciones ya, una tradición de absoluta entrega a la defensa de los valores más sagrados de la nación cubana y de la Revolución,  en misiones de riesgo y enfrentamiento al enemigo, en ocasiones lejos de su país, con actitudes que prestigian a nuestros organismos armados por su sencillez, modestia, disciplina y consagración. Su vigilia permanente en la defensa de nuestra soberanía, engrandeció los valores éticos y de compromiso con la Revolución de todo su núcleo familiar, y los de sus responsabilidades como padre, madre, abuelo y abuela».

Joaquín, el menor de los hijos del general, resume esa dualidad de amar la Revolución y a los suyos, sin descuidar  a ninguno: « A pesar del trabajo, de no estar muchas veces, siempre ha sido muy preocupado…A veces es desquiciante ese detalle, el estar detrás, pendiente de nosotros y hace que su ausencia, en muchas ocasiones no se note».

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Gabriela Bello Román es una adolescente de Ciego de Ávila que está creciendo dentro de un espacio positivo y acogedor. El doctor Loicel Bello Ulloa y la máster Marlén Román García, su papá y mamá, comprendieron muy pronto la necesidad de crear una red solidaria de familias para compartir conocimientos y experiencias que desarrollen y socialicen aprendizajes sobre los cuidados más saludables de hijas e hijos con el síndrome Prader-Willi,  el cual padece la pequeña Gabriela.

Gabriela Bello Román es una adolescente de Ciego de Ávila que está creciendo dentro de un espacio positivo y acogedor. Foto: LUlises Padrón/Cenesex

«Esta es una peculiar enfermedad de origen genético, que implica grandes esfuerzos y dedicación por parte de todos los integrantes de estas familias, así como la articulación de un trabajo sostenido con la escuela».

Conscientes de ello, ambos padres se propusieron un trabajo conjunto con la institución escolar, para garantizar el cumplimiento de rutinas estrictas en la vida diaria de los pequeños, y que cuiden el desarrollo de las potencialidades de estas personas.

«No hemos hecho nada diferente a lo que han hecho otras muchísimas familias cubanas que han tenido alguna condición o situación similar. Casi todas las familias tienen alguna herida que los marca, pero hay que aprender a seguir adelante», confesó Marlén.

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Estas tres familias tienen un elemento en común. Son ejemplos destacados de cómo cuidar y educar en la autonomía, pese a las circunstancias. Son familias que han podido cultivarse en el amor.

Por esas razones, merecieron recientemente el Reconocimiento Público Al Mayor Amor 2019, distinción que desde 2014 otorga el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

En el acto de entrega,— actividad como parte de  las Jornadas Maternidad y Paternidad: iguales en derechos y responsabilidades, en su 6ta edición— la doctora Mariela Castro Espín, directora del Cenesex, significó que aunque la sociedad cubana ha avanzado significativamente en la democratización de las relaciones familiares, en la institución de sus valores éticos, y en la clarificación de los derechos y deberes de cada uno de sus integrantes, aún persisten algunos patrones educativos que reproducen las mismas lógicas hegemónicas que deseamos transformar, expresadas de manera sintomática, por ejemplo, en la anulación del lugar de autoridad educativa de los adultos; las exigencias tiránicas de las niñas y los niños por falta de límites educativos; dificultades en la comunicación; desgastes emocionales en las relaciones familiares; la abdicación de espacios y proyectos personales por parte de los adultos; la distorsión del lugar de los hijos e hijas al colocarse en el de los adultos; los sentimientos de culpa; entre otras situaciones.

«Transformar estas realidades no es una tarea fácil. Con las actividades que nos proponemos desarrollar, buscamos que la población pueda identificarse con estas situaciones que se viven con naturalidad en la vida cotidiana, pero sin sentirse culpables ni cuestionados, y que, sobre esta base, pueda hacer una lectura crítica, adquirir criterios para la compleja tarea de ayudar a crecer y así potenciar las mejores condiciones para el desarrollo del sujeto autónomo, cooperativo, solidario, comprometido con el proyecto de sociedad deseada».

Por su parte, Rafael Cuestas, coordinador internacional de programas del Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA), expresó que estas jornadas han sido espacios importantísimos desde donde abogar por la necesidad de ampliar los conceptos de familia, y de reconocer modelos más inclusivos y diversos. Pero también de entender la maternidad y la paternidad desde la necesidad de superar brechas económicas, jurídicas y socioculturales.

«Este año 2019, además, la jornada adquiere mayor significación, pues Cuba se encuentra a las puertas de culminar un proceso de reforma constitucional que ha otorgado particular importancia al ejercicio de los derechos de todas las familias», dijo.

Destacó que el premio “Al mayor amor”, reconoce el esfuerzo de familias cubanas en la educación integral para una sociedad más humana y justa.

Cuestas significó además las acciones conjuntas emprendidas por el Unfpa junto al Cenesex  vinculadas a la promoción de la maternidad y la paternidad responsables, desde la educación en la autonomía,  «que parten de la certeza de cada niño o niña tienen derecho a recibir amor, comprensión y una formación integral, que los ayude a ser fuertes, independientes y a construir proyectos de vida exitosos», expresó.

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Yadira Benavides dijo:

1

20 de febrero de 2019

15:23:08


Muchas felicidades a todos los miembros de las familias premiadas. Ojalá todas nuestras familias sean tan dedicadas a los suyos como estas, pero sobre todo deseo que todos seamos buenas personas y entendamos que la familia no es solo la que comparte la sangre, sino la que se comparte día a día y que la integran los compañeros de trabajo, los amigos y los vecinos.

Miguel Angel dijo:

2

21 de febrero de 2019

02:57:49


Bello y muy humanista reconocimiento a estas valerosas y dignas familias "al mayor amor". Muy loable empeño del Cenesex, es en esta dirección que debemos realizar los mayores empeños. Gran abrazo fraternal y mucho amor y solidaridad con estas y otras familias que mantienen viva la llama del amor, es conmovedor conocer estos relatos. Felicidades a todos.