Una de las noticias tristes de la semana en el universo de los libros ha sido la muerte de Stan Lee. Lee, que ha fallecido a los 95 años, es uno de los nombres clave de la historia de Marvel. Fue escritor, pero también editor en jefe y presidente de Marvel Comics, lugar en el que empezó a trabajar (cuando aún era otra compañía) cuando tenía 17 años. Su trabajo ayudó a construir un imperio y una marca muy poderosa. Pero, además de ayudar a apuntalar una empresa muy poderosa, del trabajo de Lee se pueden aprender unas cuentas lecciones sobre escritura.

Escribir bajo encargo no tiene que ser un límite para la creatividad

En el mundo literario la creatividad es muy importante, tanto que muchas veces el discurso sobre cómo debe ser un escritor olvida que además de escribir también tiene que comer. Por ello, resulta tan refrescante encontrar en la lista de consejos que Stan Lee fue dando sobre la profesión este. Dado que las posibilidades de que tu primer libro sea un éxito instantáneo son tan pocas, hay que tener en cuenta que se habrá que trabajar para empresas o que se habrá que escribir por encargo. Y este último punto no debe hacer que se piense ya por descontado que ese trabajo va a ser peor o que limitará la creatividad: de hecho puede verse como un reto creativo.

Escribir es un trabajo

Todas sus historias tenían detrás un punto de partida crucial: necesitaba dinero para poner la cena a la mesa y tener un trabajo. Lee dejaba claro que escribir era un trabajo y que por tanto no había que sentarse a esperar a que las musas llegasen.

El escritor tiene que leer

Un escritor antes que nada es un lector. Stan Lee recomendaba leer a los clásicos y leer mucho. Era la manera de aprender el oficio. Entre los autores que Lee empezó a leer cuando era un niño estaban Arthur Conan Doyle, Edgar Rice Burroughs o Mark Twain.

Escribe lo que quieras leer

Escribir sobre lo que nos gusta y sobre aquellas cosas que nos gustaría leer hace que el trabajo resulte mucho más genuino, mucho más auténtico (muchos otros escritores también hacen esta recomendación y apuntan que se debería escribir sobre lo que a uno le interesa o quiere leer).

Encuentra lo que hace que tus personajes destaquen sobre los demás y lo que funciona como fuerza dramática

Pensar que los personajes que protagonizan una historia van a ser completamente diferentes a todo lo que se ha hecho hasta el momento no es muy realista. En la literatura, se podría decir que está todo inventado. Al final, lo que se escribe son historias que parten de arquetipos literarios que se han ido repitiendo a lo largo de los siglos. Lee reconocía que por mucho que lo intentes, tus personajes tendrán en común cosas con otros. Por ello, en lugar de obsesionarse con esa cuestión hay que encontrar qué es lo que hace que ese personaje no sea realmente como los demás y centrarse en ello.

Tus personajes tampoco tienen que ser perfectos. De hecho, parte del secreto de sus historias de superhéroes estaba en que estos también tenían inseguridades y fallos y eran más humanos. Era algo que hasta que Stan Lee no lo empezó a hacer no era habitual.

Igualmente, y para que la historia avance, es importante encontrar qué es lo que hace que se produzca el choque dramático, cuál es el conflicto que funciona como motor de la historia.

Bibliografía: 1, 2, 3. Foto Wikipedia