Adrià Puntí, una flor de otro mundo

Porta Ferrada

El genial Adrià Puntí empieza a desvelar en Porta Ferrada los temas de su nuevo disco, del que cien fans se llevaron los primeros ejemplares, pintados uno por uno por el artista

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Adrià Puntí durante el concierto en el Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guixols

Pere Duran / NORD MEDIA

“La gente ya se puede preparar”. Esta es la alerta que lanzaba Adrià Puntí en la última frase de la entrevista que esta semana publicaba este diario con el genial músico de Salt.

El público que anoche llenó el Espai Port del Festival de la Porta Ferrada, en Sant Feliu de Guíxols, llegaba desde luego con ese espíritu, con altas expectativas: Puntí (o se le adora o se le ignora) tocaba por primera vez en público los temas de su nuevo disco, Enriu-te’n fins que el cor et digui prou.

Un trabajo del que poco se sabía hasta anoche, más allá de lo que el propio artista ha explicado en diversas entrevistas los últimos días: en Locus habla de su pueblo Salt, donde existe un célebre psiquiátrico, en otro tema le cuenta al presidente norteamericano, Donald Trump, el lío de otro famoso gironí, Carles Puigdemont...

De modo que anoche en Sant Feliu había expectación por lo nuevo y deseos de sus clásicos: desde que estallara con Umpah-Pah, Puntí ha cosechado una carrera de memorables bises, como Maria (dedicada a su madre y que bautiza un disco del 2003 que estuvo en las listas de “lo mejor de” tanto de música catalana como española), Ull per ull, Longui n.13, Tomb, De muda en muda…

Muchas de ellas deleitaron anoche al público congregado junto al mar en Sant Feliu, aunque Enriu-te’n… no está aún en las plataformas de streaming y todos sus temas se escuchaban en estreno absoluto. Aunque arrancó –con puntualidad, a las 22.35– con Novembre, continuó con un clásico de Umpah-Pah, Un compendio en mi menor, siguió La clau de girar el taller (del anterior trabajo), Cor agre… todo ello sin apenas silencio, empalmando los temas uno tras otro, y emplazando al público a que le hiciera los estribillos: “Botxi desfent rebaves, hams, suro blau, sol ser d’un peu de rei que espanta seny i valor, no et cal”. Y la platea: ah,ah, ah,ah ah,ah, aaaah…

A las 22.53, primer saludo: Bona nit. Al piano. Con Esbrina, también de su anterior trabajo: “Hi haurà un juliol plàcid i dolç, un setembre per tothom”. Luego, El boig del telèfon roig, que cuenta que años atrás un tío iba por Girona con un teléfono a la oreja y le llamaban loco...

¿Y de Enriu-te’n…? Las dejaría para el final. En las entrevistas que ha concedido hasta ahora, Adrià Puntí ha avanzado que este trabajo es lo mejor que ha hecho. Quizás pronto verá la luz, quién sabe con Puntí. Desde ayer por lo pronto está en manos de un centenar de fans, aquellos que adquirieron la entrada prémium del recital. Puntí se ocupó de pintar cien discos de modo distinto. Incluso llamó a los organizadores: “¿Pinto más?”.

En la entrevista publicada en esta sección el viernes, explicaba la génesis de nuevo disco: “Yo estaba en el comedor; me he montado un buen estudio abajo y tenía ganas de tocar, de grabar, pero no tenía ni idea de lo que quería hacer. Ese día no tenía absolutamente nada en la cabeza y le dije a mi madre que no quería postres, que me iba abajo a grabar. Bajé abajo, mi madre pasó de todo y se puso a lavar los platos, y allí ya lo tenía preparado, piano, guitarra y demás. Tú sabes que no fumo porros, no me drogo, sólo fumo un poquito de tabaco. Pues me siento y delante tengo el micro y la casilla REC… No puedo arreglar el mundo, ni una provincia, ni un pueblo, ni una familia. No soy tan pretencioso, así que me metí delante del micro y lo normal para animarme, porque soy un chico viejo depresivo y suelo echarme a llorar, es que cuando veo el micro me pongo a reír. Al lado tenía el REC, pero dentro de mí no tenía ninguna canción. Mi corazón iba perfecto y lo que hice fue no reír y apreté el REC. Y estaba yo allí con la guitarra y salió todo.

Lo que salió fue Enriu-te’n fins que el cor et digui prou, que define como “una preciosidad”, “lo máximo que he hecho”, “como un milagro”. Son once temas.

Cien fans ya lo tienen.

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