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Durante una entrevista telefónica concedida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN), el analista internacional Luis Quintana, aseguró que la decisión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, de convocar a un diálogo entre el gobierno, representantes del sector privado y trabajadores, es con la finalidad de ponerle un alto a las acciones violentas perpetradas por grupos violentos, es el camino correcto.
Aunque aún no hay una fecha concreta para el diálogo convocado por Ortega en reiteradas oportunidades, para Quintana la medida del mandatario respeta el orden constitucional y la política histórica del sandinismo.
El analista indicó que la violencia política generada en Nicaragua el 18 de abril y durante cinco días fueron «alimentadas por el gobierno norteamericano».
El pasado 16 de abril tras varias mesas de negociación realizadas en 2017, Ortega aprobó la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), con el fin de distribuir responsabilidades entre empresas y trabajadores para evitar la privatización del servicio. La medida fue tomada como excusa por sectores opositores para generar hechos violentos que cobraron la vida de 10 personas de acuerdo con cifras oficiales dadas a conocer el pasado viernes.
A pesar de que la reforma fue cancelada el pasado domingo, la oposición nicaragüense continuó las manifestaciones el lunes, esta vez para pedir la renuncia de Ortega, por lo que el internacionalista enfatizó «que las medidas fueron aprovechadas y vinculadas por Estados Unidos para transformar unas manifestaciones contra la reforma del seguro social, a una serie de manifestaciones con intención de sacar al gobierno de Ortega de la presidencia».
Indicó que las intenciones del imperialismo contra Ortega se viene formando desde hace años, acción que no ha podido lograr por el constante apoyo que recibe Ortega en los procesos electorales. De hecho, en las últimas elecciones presidenciales del 2016, el mandatario fue reelecto con el 72,1% de los votos.
El internacionalista destacó que el guión que están aplicando contra Nicaragua, es el mismo que ya usaron contra Brasil, donde el 2015 un golpe parlamentario derrocó a la Presidenta Dilma Rousseff, el que ejecutaron en 2010 contra el entonces jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa y contra Evo Morales en Bolivia en 2008, así como las constantes agresiones contra Venezuela.
«Todos los gobierno progresistas latinoamericanos han sufrido ataques feroces por el gobierno estadounidense», indicó, y agregó que estas arremetidas han contado con el apoyo de los medios de comunicación y sectores empresariales vinculados con el poder transnacional.
Asimismo manifestó que existe un paralelismo entre los hechos violentos que se registraron en Nicaragua la semana pasada y la violencia política que se produjo en Venezuela entre abril y julio de 2017, con el objetivo de derrocar el gobierno constitucional del Presidente Nicolás Maduro.
Al mismo tiempo detalló que en ambos países no se logrará un derrocamiento de Ortega y Maduro debido a que en Nicaragua y Venezuela existen una formación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y el cuerpo castrense nicaragúense que lucha por el desarrollo sandinista y revolucionario que proyecta una visión de lealtad contra la intensión de Estados Unidos (EEUU) de socavar los gobiernos progresistas.
AVN/ CON EL MAZO DANDO