Al hilo de mi última sesión online en el que hablando con mis alumnos sobre el uso de LinkedIn y la utilización de una buena fotografía profesional, perfectamente alineada con el perfil profesional que queremos reflejar, les decía que el hecho de que una foto tenga que ser profesional no tiene por qué ser necesariamente una foto con traje y corbata (en el caso de los hombres), que tenemos que huir de esa asociación de ideas de corbata y profesionalidad. Pues justo hoy que hacía ese paralelismo, he caído en la cuenta de que guardaba en mi libreta de Evernote un post sobre Transformación Digital y corbatas que me venía al pelo para ilustrar esta anécdota.
Igual que para el gran Javier Bardem no era país para viejos, esto de la Transformación Digital no es país para corbatas… pero ni para corbatas ni para otra serie de señales que a simple vista nos van a dar las pistas suficientes para saber si tu organización está preparada para dar el paso definitivo hacia la transformación digital o bien se va a quedar en pura palabrería, en aquello de que como está de moda, pues todos nos subimos al carro. En esta ocasión nos vamos a quedar con esta magnífica infografía que han preparado desde Paradigma Digital y que reúne de manera magistral los 7 indicadores informales que debes prestar atención para saber si tu organización va por el buen camino de la transformación
digital.
Indicadores informales para la transformación digital
Pero vamos a ver detenidamente en qué consisten estos 7 indicadores y cómo podemos trabajarlos para acercarnos más en nuestro camino de la transformación digital.
Corbata
Cortarnos la corbata, igual que en otras profesiones se cortan la coleta, no tiene que estar reñido con la profesionalidad ni el buen hacer de las personas de la organización. Se puede mantener una imagen profesional y acorde con la imagen de la compañía, sin necesidad de tener un trozo colgado del cuello.
Tarjeta de visita
Hoy en día la tarjeta de visita en papel ha perdido gran parte de su significado. La irrupción de las redes sociales y la creación de perfiles profesionales en LinkedIn, twitter o Facebook (entre otras) ya son suficiente tarjeta de visita inmersos como estamos ya en la que se ha venido en llamar “era digital”. No te digo nada si encima somos autores de blog, en el que mostramos nuestra forma de hacer y de ser profesionalmente hablando. Podemos decir que estamos todos conectados a un click de ratón o a un click en nuestros smartphones, como para tener que llevar encima una pequeña cartulina con nuestros datos de contacto.
El tamaño no importa
Igual que hay gente que necesita conducir coches grandes para mirar por encima del hombro a sus compañeros, hay profesionales (por llamarlos de alguna manera) que miden su éxito profesional en función del tamaño de su despacho, y curiosamente, suele coincidir con ese tipo de gente que mantiene siempre la puerta cerrada no vaya a ser que entre aire fresco y se les quite lo rancio. Hoy en día, si queremos medir el grado de transformación digital de una compañía, debemos mirar si existen lugares compartidos, espacios comunes donde se apueste por la multidisciplinaridad y el contagio del talento entre las personas de la organización.
Flexibilidad horaria
Es preferible dar unas pautas claras y las metas a conseguir dando libertad para obtenerlas de la manera más eficiente posible, que esclavizar a las personas de la organización en interminables jornadas de trabajo, donde al final, terminamos buscando la excusa y el escaqueo que la consecución de los objetivos comunes de la organización.
Plantas nobles
Muchas veces la distinción entre zonas nobles y zonas de trabajo en una compañía es más mental que física. Lo malo es que estas separaciones mentales vienen acompañadas también de falta de comunicación vertical ascendente y sobre todo falta de comunicación horizontal. Si en tu organización la única comunicación interna es la que va de arriba a abajo, estás todavía muy lejos de conseguir la transformación digital.
El papel
Más allá del mero hecho ecológico y de gestión medioambiental, el hecho de tener la oficina llena de papeles, cuando puedes trabajar en ellos en soporte electrónico, es un buen indicador de la falta de transformación digital de tu organización.
El host
Éste es el indicador más tecnológico de los que muestra la infografía y probablemente el más difícil de entender para los no expertos en la cuestión. Si la empresa sigue anclada a un host, informáticamente hablando, muy poco podemos hacer por la transformación digital de la misma. Necesitamos subirnos a las nubes, metafóricamente hablando, y abandonar estos sistemas que nos atan al suelo y nos impiden volar.
En definitiva, que como decíamos en anteriores artículos, esto de la transformación digital no es cuestión de tecnología, sino que se puede hacer mucho y muy bien atendiendo otra serie de cuestiones más relacionadas con la cultura de la organización, y de los dinosaurios que en ella todavía sobreviven.
Iñaki González Rodríguez
Herramientas TIC aplicadas a la dirección de Recursos Humanos
Máster Universitario en Dirección de Recursos Humanos
Cela Open Institute
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