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#ANosaHistoria: El Dépor conquistaba Maracanã hace un cuarto de siglo

Fotos: La Voz de Galicia / César Quián

Tal día como hoy hace 25 años, el Deportivo visitaba por segunda vez en su historia uno de los templos del fútbol mundial, el Estádio Jornalista Mário Filho, más popularmente conocido como Maracanã, para enfrentarse a uno de los grandes del fútbol brasileño, el Vasco da Gama.

Los blanquiazules fueron invitados a medirse al conjunto carioca el 24 de marzo de 1993, en el encuentro de homenaje y despedida a una de sus grandes leyendas, el delantero Roberto Dinamite, autor de 711 goles en 1.140 partidos con la camiseta vascaína, además de 20 en 38 internacionalidades con la 'canarinha'.

No era la primera vez que el Dépor pisaba el legendario recinto, porque ya lo había hecho en 1954. Allí disputó dos partidos en la gira en la que saltó por primera vez el 'gran charco', ambos saldados con derrota: 4-1 ante el Flamengo y 3-0 frente al Fluminense. Allí, como jugador, ya había estado Arsenio Iglesias, que ahora repetía desde el banquillo.

Dos días antes del encuentro, el lunes 22 de marzo, la expedición coruñesa parte de Alvedro rumbo a Río con una primera escala en Madrid. Solo unas horas antes, el equipo vapulea al Burgos (5-0), en partido de la 27ª jornada liguera de Primera División. Los deportivistas, a 11 jornadas del final del campeonato, son terceros, a 3 puntos del líder, el Barcelona, y a 1 del segundo, el Real Madrid.

Apenas una docena de aficionados acompañan a la expedición oficial (un total de 200 apoyan al equipo en Maracanã), en la que viaja toda la plantilla, incluidos el búlgaro Atanas Kirov y el serbio Miroslav Djukic, pese a que olvidan solicitar los visados reglamentarios. También vuelan las familias de Mauro Silva y Bebeto, principal artífice de que los blanquiazules disputen el encuentro.

El equipo toma tierra en Río en medio de una inusitada expectación. Pero no, la muchedumbre y la prensa no esperan al Dépor, sino a la selección brasileña sub-20 que viene de conquistar en Australia la Copa del Mundo de la categoría. Sin embargo, la aparición de las dos grandes figuras deportivistas eclipsa a los chavales 'canarinhos', entre los que se encuentra Dida, 11 años después portero del Milan en la histórica remontada de Riazor.

Poco después de instalarse en el Hotel Intercontinental, la plantilla se desplaza a las instalaciones del Vasco da Gama para entrenar. El Estádio São Januário recibe a los pupilos de Arsenio con varias instantáneas peculiares, como la de un periodista narrando el entrenamiento a viva voz, en medio del silencio de unos graderíos vacíos, vía teléfono inalámbrico. O la de ese mismo locutor trotando por el lateral del campo, a la par de Bebeto, en pos de una surrealista entrevista.

Pese a los deseos de los jugadores de refrescarse en la famosa playa de Copacabana, el código de conducta del cuerpo técnico lo impide. La plantilla se pone el bañador y las chanclas pero no puede probar el agua. Ni playas ni piscinas en víspera de partidos.

Al día siguiente, primera visita a Maracanã. Y primer chasco, en una toma de contacto en el entrenamiento previo al partido que decepciona a los jugadores. Todos se sorprenden por la enorme altitud de la hierba y la vejez de unas instalaciones que ya tienen medio siglo de vida.

Segundo chasco. La RFEF obliga a Adolfo Aldana y Claudio Barragán a regresar a España para sumarse a la convocatoria de la selección nacional, que el 31 de marzo juega un importante partido de clasificación para el Mundial de 1994, en Copenhague frente a Dinamarca.

El miércoles, la gran fiesta. Alrededor de 50.000 espectadores (aunque oficialmente solo 28.926 pasaron por taquilla) se dan cita en Maracanã para despedirse de Roberto Dinamite, observar al equipo español en el que juegan Bebeto y Mauro Silva y que bautizan 'La Coruña' en los marcadores electrónicos y presenciar un hecho insólito como es ver a Zico, el gran ídolo histórico del archirrival Flamengo, vistiendo por primera y única vez la camiseta del Vasco, empujado por su amistad con Roberto. Sirva como ejemplo que en Brasil se recuerda el partido a día de hoy preguntándose "¿Se imagina a Messi con la camiseta del Madrid en la despedida de Cristiano Ronaldo o viceversa?" 'O Galinho' todavía juega profesionalmente en Japón, con el Kashima Antlers.

Con 25 minutos de retraso sobre el horario previsto (las 21:00 hora local, 01:00 del día 25 en España), y después de cientos de fotografías, entrevistas, entregas de obsequios e incluso un saque de honor efectuado por el piloto de Fórmula Uno Nelson Piquet, arranca el partido.

Bajo las órdenes del colegiado José Roberto Wright, los equipos forman así. Por el Vasco, dirigido por Joel Santana, juegan Carlos Germano; Pimentel, Tinho, Jorge Luís, Cássio; Luisinho, Leandro Ávila, William, Zico (Geovani, min. 46); Roberto Dinamite (Valdir Bigode, min. 80) y Bismarck. La alineación del Dépor es la siguiente: Liaño (Yosu, min. 46); Mariano, Albístegui (Sabin Bilbao, min. 81), Djukic, Ribera, Nando; Marcos Vales (Ramón, min. 72), Mauro Silva, José Ramón, Fran; y Bebeto (Antonio, min. 46). En el banquillo se quedan sin jugar López Rekarte, Serna, Lito, Mujika, Juanito, Kirov y Villa.

Clica aquí para ver el vídeo íntegro del partido con narración de Globo TV

Bebeto adelanta al Dépor en el minuto 37 de la primera mitad, tras una fenomenal pared con Albístegui en la frontal del área, definida por el '11' con la calidad habitual.

El encuentro se detiene 9 minutos a partir del 80, en que Roberto Dinamite recibe el cariño de compañeros, rivales, aficionados y club. antes de ser sustituido. Hay que esperar hasta el tiempo añadido de la segunda mitad para ver el segundo y definitivo tanto. Djukic roba un balón a Jorge Luís y lanza un veloz contragolpe en superioridad numérica. El serbio abre hacia la derecha para José Ramón y este centra al segundo palo hacia Nando, que cabecea en plancha al fondo de las mallas.

El triunfo, aparte de ser el primero del Dépor en el templo del fútbol brasileño, pone fin a una espectacular racha del conjunto carioca: 33 encuentros sin perder, desde el 1 de julio de 1992 en un Vasco-Flamengo (0-2) de la segunda fase del Campeonato Brasileño de Serie A, cuando Bebeto aún formaba en las filas cruzmaltinas.

"Queríamos quedar bien, representábamos a España, a Galicia. No se puede tirar el prestigio así como así", resume Arsenio a la conclusión del choque.

Tras el partido, toca juerga. El escenario, la sala de fiestas Scala, propiedad de un empresario de Agualada, en el ayuntamiento coruñés de Coristanco: Chico Recarey. El Dépor estrena traje y corbata. Roberto Dinamite regala un reloj a cada comensal con el lema del homenaje, 'Valeu, Roberto!', en la esfera. Cena, música y baile hasta altas horas de la madrugada completan un periplo inolvidable, que se cierra con un nuevo chasco. La directiva blanquiazul afirma que la organización del homenaje incumple su promesa de pagar el 50 por ciento de la taquilla al Dépor, que percibe 26.000 dólares por su participación.

No es la última visita del Dépor a Brasil (volvería un año y dos meses después, a la conclusión de la Liga 1993-1994, para enfrentarse al Palmeiras y al Paraná), pero sí al legendario Maracanã, demolido (a excepción de la fachada) y reconstruido entre 2010 y 2013 para albergar la Copa del Mundo de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.