El exconseller de Exteriores, Raül Romeva, autorizó un gasto de 145.000 euros para que una misión representativa de observadores internacionales desembarcaran en Catalunya ante el referéndum del 1 de octubre. Su presencia era una cuestión de imagen y como tal la “misión” debía ser de alto nivel. Por eso, accedió a hacer un incremento del presupuesto dado que los designados debían volar en primera clase y hospedarse en alojamientos de “alto standing”.
Así lo reconoce el propio Romeva en uno de los correos electrónicos requeridos por orden del magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, y a los que ha tenido acceso La Vanguardia. En los mensajes enviados entre el exconseller, el entonces secretario general de Diplocat y un miembro de la ONG Isca-Aidc, se acuerda enviar a Catalunya una ‘Mission Representative’. “El ratio del gasto diario aquí es mucho mayor, pero es necesario para conseguir un representante de la misión de alto nivel. Además volará probablemente en primera clase y deberá hospedarse en un hotel de alto standing. Con lo que el gasto asociado con este miembro será superior pero necesario es muy importante para la imagen de la misión ante la prensa”.
“Tenemos que decir que sí”
Tras recibir el presupuesto, Romeva lo remite al jefe de gabinete y al secretario general de su departamento, quienes sostienen que “se entiende que tenemos que decir que sí; no tenemos margen para negociar”, en referencia al presupuesto que adjuntaba en ese correo, fechado el 29 de junio de 2017.
Los gastos para pagar la misión se haría entre el 1 de julio y el 6 de octubre para pagar la estancia del representante, que estaría presente en Catalunya desde el 25 de septiembre hasta el 2 de octubre.
Correo de Raül Romeva
La conclusión que obtiene la Guardia Civil tras el análisis de estos correos es que Romeva “dio instrucciones de aceptar un presupuesto de gastos de 145.771 euros para una misión de representación acerca de una actividad relacionada con una votación que se produciría entre los días 25 de septiembre y 2 de octubre, de lo que se deduce que se refería a la actividad de los observadores internacionales para el referéndum del 1 de octubre”.
Romeva forma parte de los consellers cesados tras la aplicación del artículo 155 por parte del Gobierno central que se encuentran investigados por un delito de rebelión y de malversación de caudales públicos por organizar e instigar la proclamación de la independencia de Catalunya fuera de las vías legales.
Correo de Raül Romeva
En su caso, al igual que gran parte de los consellers -excepto el de Interior, Joaquim Forn, y el exvicepresidente, Oriol Junqueras- fue puesto en libertad por el magistrado del Tribunal Supremo y revocó la prisión acordada contra él por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.
“Somos un verdadero Ministerio de Exteriores”
Desde su Conselleria se desarrolló Diplocat, la red de embajadas de la Generalitat que tenía como objeto internacionalizar el ‘proces’, y que fue eliminado con el 155. En otro correo, fechado el 27 de septiembre, Romeva recoge una propuesta de comunicación dirigida a Alberto Royo, responsable de Diplocat. Mediante esta comunicación quiere dejar claro que “aunque el Diplocat es un organismo autónomo, y que no es gobierno, forma parte de la red internacional que se coordina desde el Departament”. Y añade: “a pesar de la suspensión del TC [Tribunal Constitucional], hemos actuado como un verdadero Ministerio de Exteriores, del cual Diplocat es uno de sus brazos más importantes, tanto por lo referente a presupuestos como por lo referente a la acción exterior”.
Correo de Raül Romeva
El objetivo del organismo, según recoge Romeva, es invertir el relato exterior. “Hace dos años los tres problemas eran: ninguno fuera creía que fuésemos en serio con la independencia, esto era una obsesión minoritaria y nacionalista”.