Hoy, vuelve a visitarme la vida.
Hoy vuelve a nacer el día.
Todo tiene fragancia, dirección, nombre, brillo, ondulación.
Hoy, dejo que el agua me vuelva a despertar, me acaricia.
Hoy, entro como un niño en la escuela de los salmos.
Oro con mis hermanos.
Hoy, tomo la taza de café en la mesa de la fraternidad.
Hoy, tengo trabajos por hacer, comunidades que visitar.
Hoy, debo sentir, conocer, amar, saludar, sembrar, anunciar, escuchar.
Hoy tengo batallas por vencer y pecados por confesar.
Hoy, me acompañan algunas sombras que terminar y una misión por cumplir.
Hoy, voy y vengo por calles, arenas, caminos, pueblos, paseos.
Hoy, vuelvo a sentir el sol, la madre tierra, el viento, la palabra y el silencio.
Hoy, aprendo la vida de la vida, el amor de un beso, la libertad del viento.
Hoy, estuve junto a los enfermos.
Hoy, vuelvo a la casa del Pan y la Palabra.
Hoy, he pronunciado Tu Nombre en la vida de los hombres.
Hoy, he vuelto a creer. Hoy, soy feliz. Hoy, mi “carne descansa serena”.
