El foco en el arbitraje. El técnico del Castilla, Santiago Solari, analizó la derrota del primer filial blanco (1-0) ante el Unión Adarve señalando que los jugadores habían completado un buen partido y señalando a un arbitraje que pone una vara de medir complicada de superar por el filial blanco: veintiocho faltas locales frente a ocho visitantes, pero quien tuvo un expulsado, Óscar, fue el filial madridista. Y en el minuto 14.
«Cuenta siempre con fuerza y ánimo de continuar», afirmó el entrenador, y lo ejemplificó comparando el escenario donde se disputaba el encuentro (muy cercano al antiguo emplazamiento de la antigua Ciudad Deportiva): «Las cuatro torres de la Castellana son un símbolo del crecimiento del club, un club que ha crecido gracias a una máxima: nunca rendirse», apuntó el argentino.
Solari dejó claro que «nunca voy a bajar los brazos. Y lo que es más importante, nunca voy a dejar que mis propios jugadores lo hagan. Mientras el club crea en mi, tengo fuerzas para continuar con la formación de los jugadores», afirmó.
Preguntado por el resto de temas, quiso dejar claro nuevamente la situación de aprendizaje que atraviesa el filial, cerrando filas en defensa de sus jugadores, y en especial de Álex Martín: «fui yo quien le indiqué que subiera a rematar en la jugada del gol». Una de las múltiples razones por la que los jugadores creen en él es ésa: les libera de responsabilidades y se las carga él sobre sus hombros.
También quiso comentar que «el calendario que llega ahora es complicado (ahora tocan Atlético B y Celta B) pero que hay que trabajar para revertir la situación lo antes posible». El fin de semana que viene toca el gran derbi madrileño en el Di Stéfano. Ahí es donde toca empezar.