La OMS publica una nueva edición del informe sobre el seguimiento de los progresos en relación con las enfermedades no transmisibles

18 de septiembre de 2017
Comunicado de prensa
Ginebra/Nueva York

Dados los limitados progresos de los gobiernos, es necesario intensificar las medidas contra las enfermedades no transmisibles (ENT) y sus principales factores de riesgo con objeto de cumplir las metas mundiales para reducir el número de muertes prematuras.

Los gobiernos deben redoblar sus esfuerzos en la lucha contra las ENT para cumplir las metas acordadas mundialmente, en particular la prevención de la muerte prematura de millones de personas a causa de estas enfermedades, según se señala en el nuevo informe de la OMS publicado hoy.

Los progresos de los países en la lucha contra las ENT –especialmente las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes– han sido limitados. Estas enfermedades son las más mortíferas y se cobran anualmente la vida de 15 millones de personas entre 30 y 70 años en todo el mundo.

De hecho, en la edición de 2017 del informe de la OMS sobre el seguimiento de los progresos en relación con las enfermedades no transmisibles, en el que se detallan las medidas adoptadas por los países para establecer metas, aplicar políticas que permitan abordar los cuatro factores de riesgo comunes y modificables de las ENT (tabaco, dietas malsanas, falta de actividad física y consumo nocivo de alcohol) y crear capacidades para reducir y tratar las ENT, se demuestra que los progresos registrados en todo el mundo han sido desiguales e insuficientes.

En su prefacio a la publicación, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, pone de relieve los avances en la respuesta a las ENT, pero insta a intensificar la acción: «Es necesario adoptar medidas políticas más audaces para eliminar las restricciones en el control de las ENT, en particular la movilización de recursos nacionales y externos y la protección de las comunidades de la injerencia de poderosos agentes económicos».

El informe recoge datos de los 194 Estados Miembros de la OMS sobre 19 indicadores, entre los que se incluyen: el establecimiento de metas sujetas a plazos para reducir las muertes por ENT; la elaboración de políticas pangubernamentales para abordar las ENT; la aplicación de medidas esenciales de reducción de la demanda de tabaco, así como medidas para reducir el consumo nocivo de alcohol y las dietas malsanas y para promover la actividad física; y el fortalecimiento de los sistemas de salud a través de la atención primaria de salud y la cobertura sanitaria universal.

Estos son los principales datos de la edición de 2017:

  • 93 países han fijado metas nacionales para luchar contra las ENT, frente a 59 en 2015;

  • 94 países han aplicado estrategias operativas multisectoriales, frente a 64 en 2015;

  • 90 países han elaborado directrices para hacer frente a las cuatro ENT principales, frente a 50 en 2015;

  • 100 países han puesto en marcha campañas de concienciación sobre la actividad física;

  • seis países (cinco de ellos, africanos) no han conseguido alcanzar ninguno de los indicadores de progreso, frente a 14 en 2015;

  • tanto Costa Rica como el Irán han logrado 15 de los 19 indicadores y encabezan los 10 primeros países, una lista que completan el Brasil, Bulgaria, el Reino Unido y Turquía (con 13 indicadores cada uno), seguidos de Arabia Saudita, Finlandia, Noruega y Tailandia (con 12 indicadores);

  • ningún país de la Región de África de la OMS ha alcanzado más de ocho indicadores de progreso.

El Dr. Douglas Bettcher, Director del Departamento de Prevención de Enfermedades No Transmisibles de la OMS, considera que el mundo no está en vías de alcanzar la meta fijada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir en un tercio la tasa de mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles de aquí a 2030.

Además, el Dr. Bettcher ha señalado: «Debemos intensificar con urgencia el ritmo de nuestros progresos en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, porque estamos dejando escapar la oportunidad de salvar vidas. Tenemos ante nuestros muchos signos que así lo delatan, entre ellos el creciente número de personas, sobre todo niños y adolescentes, que sufren de obesidad, sobrepeso y diabetes. Si no actuamos ahora para proteger a nuestros ciudadanos de las ENT, condenaremos a los jóvenes de hoy y de mañana a vivir en condiciones de salud precarias y con unas perspectivas económicas reducidas».

Los resultados del informe sobre el seguimiento de los progresos en relación con las ENT servirán de base para el informe que la OMS presentará al Secretario General de las Naciones Unidas a finales del presente año, antes de la Tercera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre las ENT que se celebrará en 2018.

Nota para los redactores

En la reunión del Consejo Ejecutivo celebrada en enero de 2015, los Estados Miembros pidieron a la OMS que elaborara un informe sobre el seguimiento de los progresos en relación con las ENT. En mayo del mismo año, la OMS publicó una nota técnica en la que describía en detalle los indicadores que se utilizarían en ese documento. La Asamblea Mundial de la Salud recordó en 2016 que el informe sobre el seguimiento de los progresos en relación con las ENT se utilizará para elaborar un informe sobre los esfuerzos realizados por los países para aplicar medidas nacionales de lucha contra las cuatro principales ENT, que se presentará a la Asamblea General de las Naciones Unidas a finales de 2017.

En su informe, la OMS también expone los esfuerzos de los países por aplicar un conjunto de «inversiones óptimas» y otras intervenciones aprobadas el presente año en la Asamblea Mundial de Salud con las que se pueden prevenir o retrasar la mayor parte de las muertes prematuras por las ENT.

Entre estas medidas costoeficaces y fáciles de aplicar se incluyen el empaquetado neutro y el aumento de los impuestos sobre los productos de tabaco, la reducción del contenido de sodio en los alimentos, el asesoramiento y el tratamiento farmacológico de la diabetes y la hipertensión, y la vacunación y las pruebas de detección para proteger a las niñas y las mujeres del cáncer cervicouterino.