Sociedad

EDUCACIÓN

Los cambios de la Lomce

División en el aula ante el debate del 5

Alumnos de la Comunidad de Madrid entran al instituto. JAVIER BARBANCHO

Los 'ortodoxos' dicen que los alumnos no pueden graduarse con materias pendientes

Los 'posibilistas' sostienen que no hay que fijarse tanto en la nota numérica como en las competencias adquiridas por el estudiante

El título de la ESO precisará que la etapa se ha superado aunque la nota media sea inferior a un 5

La comunidad educativa se encuentra dividida en el debate del 5. Están, por un lado, los ortodoxos, que dicen que en qué cabeza cabe que un alumno pueda obtener un título y pasar de curso con asignaturas suspensas. Están, por otro lado, los posibilistas, que piden un poco de flexibilidad en el aula, sobre todo en la enseñanza obligatoria, y ven con buenos ojos que los estudiantes de la ESO puedan graduarse con una nota media inferior al aprobado.

Los primeros creen que, en un momento de máxima ebullición educativa, ésta es la oportunidad para cambiarlo todo y hacerlo bien por una vez, sin complejos ni lastres del pasado. Los segundos quieren conseguir que el pacto de Estado se alcance sin impedimentos y ven en la vuelta a la LOE el mejor campo de juego, al menos de forma transitoria hasta que haya una nueva ley.

En el primer grupo se enmarcan los sindicatos Anpe, CSIF, FSIE o los padres católicos de la Concapa; en el segundo se sitúan los profesores de CCOO, UGT o STE's, los estudiantes de Canae y las familias de la escuela pública de la Ceapa. Esto no quiere decir que defender que se suba el listón sea algo sólo característico de la enseñanza privada, o que pedir que no se valore tanto la nota numérica como lo que verdaderamente ha mejorado el alumno suponga un rasgo exclusivamente de la izquierda. En la vida hay matices y, como todo, quedan también reflejados en la escuela.

Sobre todo en este asunto. Porque el último proyecto de real decreto del Gobierno, adelantado por EL MUNDO, ha resucitado un viejo debate que cobra especial significación en un nuevo escenario parlamentario en el que hay ceder para alcanzar el acuerdo. ¿Traiciona el Gobierno del PP su apuesta por el rigor y la excelencia al paralizar las reválidas y desistir en su pretensión inicial de exigir una calificación final de un 5 para obtener el título de la ESO? ¿Es lícito hacer concesiones o, por el contrario, es mejor mantener una postura, aunque se bloqueen las negociaciones?

El contexto es importante

Fuentes educativas hacen hincapié en el contexto. «La aplicación de la Lomce está siendo muy complicada y el Ministerio de Educación se ve desbordado; en estos meses ha tenido escenarios muy complejos y el PP se encuentra en minoría en la Conferencia Sectorial de Educación», analizan estas fuentes. «Hay que buscar un marco de acuerdo para que el sistema educativo, al menos de forma transitoria, no se resienta. El Ministerio no va a poner el más mínimo impedimento para que se llegue a un pacto y siempre va a buscar el acuerdo con las comunidades autónomas, para no entorpecer el consenso».

Y aquí es donde se sitúa el debate: el Ministerio ha consensuado con las autonomías una norma en la que los alumnos de Bachillerato sólo pueden sacarse el título con todo aprobado. A los de la ESO, sin embargo, ya no les obliga a tener al menos una media de 5, como figuraba en un borrador inicial y como recoge la Lomce. Se les permite, por tanto, graduarse con una nota final inferior al aprobado y un máximo de dos asignaturas suspensas.

En la reunión de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado que se celebró ayer se pusieron de manifiesto las dos posturas. Pero Anpe y CSIF se quedaron solos en su defensa del 5. El debate se centró en el diseño del título -se acordó que el diploma precisará que la etapa se ha superado aunque la nota media sea inferior a un 5- y no salió adelante la enmienda planteada por Anpe para que haya que tener todas las asignaturas aprobadas para poder graduarse.

Lo que defienden los 'posibilistas'

Fue mayoritaria la tendencia que defiende José Luis Pazos, presidente de la Ceapa, que plantea que, dado que se han cambiado las reglas de juego a mitad de curso, hay que ser garantistas con los alumnos y que, al fin y al cabo, lo del 5 y los suspensos ya sucedía con la ley anterior, la LOE.

De hecho, «la Selectividad se puede aprobar con un 4». Y, en la práctica, como hay muchas asignaturas, «va a haber muy pocos casos» en los que los alumnos saquen menos de un 5 en la nota final. Su opinión, que comparten los estudiantes de Canae y la mayoría de los sindicatos, es que «no hay que cerrarles las puertas a los estudiantes en las etapas básicas con una nota aislada», sino que hay que valorar al alumno más en función de la «competencias adquiridas».

«Éste es un debate que está ahí, sin cerrar», resume Carlos López, representante de UGT en la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado. «Yo creo que a estas edades no se pueden poner barreras tan determinantes.Otra cosa es en el Bachillerato, pero en las enseñanzas básicas soy más partidario de hablar de competencias adquiridas y no tanto de notas numéricas, que no siempre están en relación con el esfuerzo».

«Si los filtros los pones cada vez más restrictivos, pasa menos gente de curso y hay más abandono escolar. Repetir es caro e ineficaz, lo dice hasta la OCDE», añade Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO.

Frente a estos argumentos, están los del otro grupo, que reivindica que el alumno que quiera obtener un título debe tener todo aprobado.

Lo que defienden los 'ortodoxos'

«Una cosa es que se hayan paralizado las reválidas y otra que, de antemano, estemos devaluando el mérito y el esfuerzo. Si la ley permite la posibilidad de obtener el título con menos de un 5 y asignaturas suspensas, esto perjudica la calidad del sistema educativo y atenta contra la escuela pública, porque los más desfavorecidos no tienen forma de compensar esa bajada de nivel. ¿Qué mensaje damos sobre la calidad del sistema público si con suspensos puedes obtener un título?», reflexiona Nicolás Fernández Guisado, presidente de Anpe.

Enrique González Gómez, de Csif, aboga igualmente por una ley que exija aprobar todas las asignaturas para obtener el título de la ESO. «Desde la Logse se ha bajado el nivel de exigencia. Y, mientras permitamos que alumnos titulen con suspensos, no estamos dando ejemplo de la cultura del esfuerzo», recalca.

Su compañero Mario Gutiérrez, presidente nacional de Educación deCsif, apostilla: «Hay estudios que dicen que, cuando se baja el nivel, lo que sucede es que aumenta el fracaso, porque la gente se acomoda y baja su rendimiento. Cuando facilitas mucho una cosa, dejas de verla como un valor».

El Sindicato Independiente de Enseñanza (FSIE), que representa a la escuela concertada y privada, indica, por su parte, que «no parece razonable que se pueda obtener un título oficial con una calificación final inferior a 5». «Esto es una cosa que se arrastra desde hace tiempo y que habrá que solventar. Bajar el nivel de exigencia no es la solución para mejorar los problemas que tiene la ESO. Si lo que se pretende con esto es mejorar los índices de abandono o fracaso escolar, no nos parece lo más adecuado», señala su secretario general, Jesús Pueyo.

«Siempre vamos a defender que para titular se tienen que aprobar todas las asignaturas, porque es la única forma de entender que el alumno ha asimilado todos los conceptos básicos», sintetiza el presidente de la Concapa, Pedro Caballero.

44 Comentarios

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Creo que ésta no es la política educativa del PP sino la que se ve obligado a aceptar dada su debilidad parlamentaria. Por otra parte, con esta teoría educativa, defendida fervientemente por la izquierda, ¿álguien se sorprende de que los títulos académicos, en España, no sirvan ni para limpiarse el trasero? Me hace gracia cuando oigo lo de "la generación mejor preparada". Y hay quien se lo cree.

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Da igual que se mantenga o se derogue la medida. Su efecto práctico es ínfimo. Sólo es un marco legal a un mínimo de discrecionalidad en la evaluación de un alumno, un poco de manga ancha necesaria en casos muy puntuales. Si se elimina, ya se encargarán los profesores en la evaluación final de 4º de subir un poco las notas para llegar al 5, si ven que el alumno merece titular. Si el tutor hace su trabajo advertirá a los profesores desde principio de curso de instar al alumno a que haga un esfuerzo en cada asignatura para no dejar de titular por centésimas. Ortodoxos frente a posibilistas, me parto con los dramas periodísticos. La educación es mucho más compleja. Un número del 0 al 10 es una información muy pobre para resumir las 60-150 horas de clase al año que puede tener una asignatura, y el profesor puede jugar algo con la nota, sobre todo en evaluaciones parciales, tirando para abajo o para arriba según vea si el palo o la zanahoria estimulan a que el alumno se esfuerce más.

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#25 11 negativos por explicar un poco de matemáticas. Serán de todos esos ilustres comentaristas que sacaron excelentes notas en la EGB, y eso que eran 40 en clase ;-) A ver, que lo explico un poco más detalladamente para los que quieran presentarse a la recuperación. Puede variar un poco, pero pongamos por simplificar que en cada curso de ESO hay unas 11 asignaturas, eso son 44 notas. En el caso más extremo e improbable de esta terrible medida legislativa, clara generadora de desmotivación escolar durante los 4 años que dura la ESO ;-) si un alumno saca 42 cincos y 2 ceros, la media sería 4,77. ¿Por 23 centésimas como MÁXIMO que es posible (más bien, prácticamente imposible) bajar del 5 de media, el cirio que están montando y la cantidad de vestiduras que se están rasgando? Si hay profesores por aquí que nos digan cuántos casos de éstos han conocido.

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A los políticos solo les interesan las siguientes elecciones. En educación los frutos se recogen al cabo de 10-20 años y ellos saben que no van a estar. Así pues solo van a por los votos inmediatos de los padres y de los alumnos cuando en pocos años les toque votar, que se acuerden de quien les ha regalado el aprobado a sus hijos o a ellos cuando toque echar el voto. Y como la izquierda con sus sindicatos (CCOO y "OJT") domina completamente la pública, pues desde el gobierno hay que competir. Los sindicatos son el cáncer de España.

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Conio la que han montado por una tontería.- Es más fácil que hagan los exámenes tipo test y que la respuesta correcta esté en negrita. Así todos sobresaliente. Arreglado.-

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@bonitodelnorte #30 pues depende de que se suspenda, porque tu vas directo a la asignatura relacionada con el trabajo, pero todos sabemos que hay algunas asignaturas que son de cultura general y que normalmente no están relacionadas con el trabajo que se puede acabar desempeñando.

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Lo de las revalidas era un sin sentido, pero que obtengan el titulo con asignaturas pendientes es tambien absurdo, ni nota media ni leches, para tener el titulo se tiene que aprobar todo.

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Creo que si presentas un justificante de que has opositado a Gran Hermano, te dan el título de ingeniero de caminos directamente. España a la vanguardia de la innovación y la excelencia.