Análisis 6180 The Moon

6180 The Moon - Un mundo de claroscuros

Originario de PC, y salido a finales del año 2014 en la plataforma Steam, 6180 The Moon se trata de un juego indie con un concepto basado en el minimalismo más absoluto. Con una gama monocroma en su apartado técnico, y una jugabilidad sencilla pero desafiante. Su mecánica se basa en una curiosa idea: conectar la parte superior e inferior de la pantalla, y añadir un factor de gravedad a la jugabilidad. De este modo, tendremos que encontrar la manera de superar los obstáculos plataformeros a los que nos enfrenta.

Ahora esta propuesta se adapta para la eShop de New Nintendo 3DS que, mediante sus dos pantallas, brinda la posibilidad de potenciar el concepto del juego de Turtle Cream. ¿Lo habrán conseguido?

Simple geometría

El juego comienza con una breve exposición a su sencilla historia. Somos la Luna, y nuestro objetivo es claro desde el principio, encontrar al Sol y hacer que amanezca en una noche que no termina. Se trata de una historia que, si bien puede resultar algo anecdótica, sí que llega por momentos a tratar temas serios y de una profundidad sorprendente para un juego de esta índole. Sus mensajes pueden llegar a sumergir al jugador en la reflexiva aura que posee el título.  Y es que si hay una palabra que puede describir las sensaciones que nos transmitirá 6180 The Moon, es esa, reflexivo. Sin entrar en territorio de spoilers, sí que diré que llega a tocar temas tan complejos como el autosacrificio o la destrucción medioambiental.

Entrando ya en la estructura general de esta obra, deberemos superar los distintos niveles que iremos desbloqueando. Hasta un total de 50, los cuales se reparten a lo largo de 5 mundos, por los cuales tendremos que abrirnos paso hasta alcanzar nuestra meta. Estos niveles poseen un diseño simplista y sobrio, que puede recordarnos a otros indies de similar propuesta, como el genial 'VVVVVV'. Con un uso casi exclusivo del blanco y el negro en su gama cromática, y la aplicación de formas puramente poligonales, se da lugar a un conjunto eficaz y hasta original que, sin embargo, no llega a sorprender en ningún momento a nivel visual o artístico.

Hablamos por tanto, de un juego con una atmósfera que posee un cierto encanto propio, potenciado por su uso del "menos es más". No obstante, se queda a medio camino a la hora de captar por completo los sentidos del jugador, en parte, por la falta de una banda sonora que proporcione de una mayor presencia a esta obra. Basándose el apartado musical, en la repetición constante de tan solo un par de melodías que si bien cumplen su función ambiental, resultan demasiado escasas. Como punto y aparte, cabe mencionar que el juego no hace uso alguno del 3D estereoscópico de la consola, cosa en parte lógica, teniendo en cuenta el aspecto técnico del juego. Con esto en consideración, surge la duda: ¿Era realmente necesaria la exclusividad del modelo New de Nintendo 3DS para este juego? 

La fuerza de la gravedad

Para superar los niveles de 6180 The Moon deberemos adaptarnos a la principal mecánica del juego; la conexión entre la parte superior e inferior de las pantallas, que en esta versión saca provecho a la dualidad de 3DS. Este diseño resulta interesante, y junto al uso de la gravedad reducida que simula el juego, da lugar a ciertas situaciones y puzles tan entretenidos como desafiantes. Habrá momentos, por ejemplo, en los que, al llegar a un punto muerto, deberás de buscar cual es la zona de la pantalla que conecta con la apertura necesaria para avanzar el viaje. O en los que tendremos que realizar saltos extremadamente ajustados con los que deberemos tratar de evitar los obstáculos y peligros que plagan los niveles, y que, tras ser superados, proporcionarán una gran sensación de satisfacción al usuario.

Sin embargo hay un aspecto de esta experiencia que lastra el resultado final: su duración, la cual peca de compartir el minimalismo del resto de apartados del juego. Nos será posible terminar la aventura en unas escasas dos horas. Con el único añadido de un modo espejo, con el que doblaremos dicha duración. Dando además continuación y cierre tanto a la historia del modo principal, como a los leitmotiv que se inician en la misma. Más allá de este modo espejo, nos encontramos con que ahí finaliza el contenido extra del título.

No posee coleccionables, ni ningún tipo de logros o faceta multijugador que pueda alargar su vida útil. Añadidos que, por otra parte, podrían no haber funcionado con la propuesta de un juego como este, que busca, ante todo, ser una experiencia íntima con el jugador. Por tanto, una vez finalizados estos dos modos, la rejugabilidad resulta limitada. Pues el conocer la solución y camino a seguir en cada escenario le resta el interés y la frescura de la primera partida.

No siempre lo bueno debe ser breve

En definitiva, 6180 The Moon , se trata de un título que podría haber sido más de lo que es. La jugabilidad es buena y, hasta cierto punto, creativa, con una manera inteligente de enfrentar a los jugadores a situaciones que supondrán en algunas ocasiones una prueba de reflejos tanto mentales como de habilidad pura. Con un apartado técnico muy sencillo, pero correcto, que junto a los mensajes que pretende transmitir su concisa narrativa, otorga una experiencia de juego agradable y más profunda de lo que puede dar a entender a primera vista.

Lamentablemente, todas estas virtudes quedan empañadas por un apartado sonoro repetitivo, que cumple pero no marca, y una duración paupérrima que impide al juego desarrollar todo su potencial. Quedando la experiencia final del usuario más en una bonita curiosidad, que en algo verdaderamente destacable. Le redime en parte su precio, tan solo 3'99€. Llevando el minimalismo hasta el último de sus apartados.