Por segundo año consecutivo la Unión Europa registró una caída en el superávit del comercio internacional. En 2015, el balance comercial fue de 145.900 millones de euros en comparación con los 170.400 millones de 2014 y los 177.700 millones en 2013. La caída se debe, fundamentalmente, al aumento de la importaciones por parte de la UE desde el resto del mundo, que han crecido a un ritmo mucho mayor que el de las exportaciones.