ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Enrique Cirules. Foto: Liborio Noval

Definitivamente no encuentro lo que tanto he buscado desde que supe el lunes de la muerte de ese relevante escritor cubano que es Enrique Cirules. Digo «que es», así en presente, porque  quien deja para los amantes de la literatura una obra como la que ha firmado es­te camagüeyano nacido en Nue­vitas en 1938, tiene ya garantizada la vida para la posteridad.

No me perdono no haber hallado la entrevista inédita que le hice hace algunos años a propósito de su incursión en la narrativa destinada fundamentalmente al público adolescente, cuando me propuse hacer un trabajo investigativo que por varias razones quedó varado. Y siento en lo más profundo de mi compromiso con sus lectores el haber leído entonces y no poder compartirles, hoy que ha partido, las apreciaciones que entonces leí, en las que refirió criterios acerca del momento de la inspiración, la emoción de la entrega y las modulaciones  peculiares de su escritura, exquisita hasta la saciedad de la expresión y la investigación, para que el mensaje llegara lo más claro posible a quienes tenían pocos años de experiencia frente a un libro.

Para precisar la entrega que debía hacerme vía correo electrónico, pude ha­blar con él por teléfono. Inol­vidable para mí resulta la humildad de su voz, la disposición fácil para el acuerdo, la dulzura del hombre que tiene mucho que decir.

En todo eso pensaba cuando supe que el pasado domingo cerraba definitivamen­te sus ojos, que tanto vieron y supieron dictar —primero a su corazón y después a sus manos— los horrores de la mafia en la Cuba prerrevolucionaria, convertida en la falsa tacita de oro que el gobierno yanqui pretendía difundir y gozaba en sórdido provecho.

Sus novelas El imperio de La Habana —distinguida con el Premio Casa de las Américas y el  de la Crítica Literaria— y La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana, dos entre las muchas otras obras de ficción a su haber, ponen sobre el tapete acuciosas investigaciones en torno a la organización criminal en los escenarios capitalinos.   

Impresionado con su lectura de El Padrino, de Mario Puzo, Cirules movía ya sus ideas en torno al hampa cubano. A las historias que ya conocía «a través de nuevos amigos que conocieron a la deslumbrante Habana en los días en que Meyer Lansky inauguraba el hotel Riviera», se sumaron sus ob­­sesiones por investigar incansablemente el tema de marras. El resultado fue la entrega de estas formidables obras que descorren para quienes no la vivieron, las cortinas de una época triste y corrupta que laceró al pueblo de la Isla y es preciso conocer al detalle para que nunca más se reediten historias de este tipo, en las que Cuba mostró su faz de estado delictivo, donde el «poder real se concentraba  en la mafia norteamericana, los servicios secretos estadounidenses y el poder de los gobiernos cubanos».

Después de infructíferas gestiones para recuperar la entrevista de Cirules, me de­cidí a escribir esta nota, a la que me gustaría agregar las impresiones de un ferviente lector suyo, un médico cubano que cumple hoy misión internacionalista. Con dolor le escribí: ¿Viste?, mu­rió Cirules. «—Ay, no me digas eso. Ese es el que más le sabía a Meyer Lansky en Cuba. Su otra ob­sesión era Hemingway… Me gustaba su forma de historiar, era rigurosamente científica pero muy amena. Lo recuerdo entretenido para contar, implacable en la investigación y siempre con la verdad por delante».

Esas palabras, sentidas con toda seguridad por quienes bebieron historia a pulso en la explanada  de su escritura, son mucho más homenaje, que ofrecer una larga lista de datos que recuerden cada una de las  aventuras literarias que emprendió este escritor nuestro de resonancia universal.

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OrlandoB dijo:

1

23 de diciembre de 2016

08:45:27


Despues que lei la vida secreta de Meyer Lansky en La Habana. Busque su trayectoria como escritor en las redes, quede sorprendido por su cultura y poder de analisis, se esforzaba en todo lo que pude leer, al maximo. Gracias, Madelaine por su excelente descripcion sobre Cirules. Sin duda alguna un escritor de mucho talento.

Víctor Mayorga Miranda dijo:

2

23 de diciembre de 2016

10:50:26


Estuve enLa Habana entre 2011-2014 como Embajador del Perú, entre otras obras conocí las del comentario precedente y me impactaron, me decidí conocer algunos de los lugares señalados. Un gran escrito. Expresó mis sentidas condolencias a los familiares del gran escritor . Vivirá por siempre en la memoria de su legión de lectores

FRANK PÉREZ dijo:

3

23 de diciembre de 2016

11:56:48


CON LA DESAPARICIÓN FÍSICA DE CIRULES, SE VA LA PRESENCIA DE UN GRAN ESCRITOR CUBANO CONTEMPORÁNEO, PERO SOBRE TODO, EL CONTACTO CON UN HOMBRE ÍNTEGRO, CÁLIDO Y HUMILDE, BUEN AMIGO Y MEJOR CIUDADANO, PRESTO SIEMPRE A BRINDAR EL TESORO DE SUS CONOCIMIENTOS A QUIENES TOCABAN A SU PUERTA. SIEMPRE FUE ASÍ HASTA EL FINAL. ME PRIVILEGIO CON SU AMISTAD, Y CON LA ÚLTIMA CONVERSACIÓN QUE SOSTUVE CON ÉL HACE APENAS UNAS SEMANAS. NOS DEJA SU VALIOSA OBRA,QUE ESPERO LAS NUEVAS GENERACIONES SEPAN DISFRUTAR. CONGRATULO A MADELEINE POR ESTA SENTIDA SEMBLANZA.

roque dijo:

4

23 de diciembre de 2016

12:21:32


cirules pertenece a esa talla de escritores que con independencia de su erudición en determinados temas, a la hora de leerlo y de escucharlo todo te lo aterrizaba de forma amena y te parecía que vivías la época o el hecho histórico en cuestión.

Víctor Ramos dijo:

5

23 de diciembre de 2016

15:46:57


Hay que rescatar esas obras para que La juventud sepa que terrible era esa épocas y la felicidad que tenemos hoy.

Günter Belchaus dijo:

6

23 de diciembre de 2016

18:45:38


Tuve el honor, la dicha y el privilegio de conocer a Enrique Cirules de persona. Hoy me llegó la triste noticia de su fallecimiento. Me quedé consternado. He leido unos de sus libros y hace poco tiempo le he visto en la televisión en Alemania en un documental sobre la mafia en La Habana. Estoy seguro de que para sus lectores y para Cuba en general su muerte deja un gran vacio. Acampaño a su viuda y demás familiäres en sus sentimientos. ¡Que descanse en paz! No lo olvidaré.

Ricardo Koon dijo:

7

26 de diciembre de 2016

16:44:02


El domingo pasado se fue un colega y amigo cubano, autor de novelas como ¨El imperio de La Habana¨ -distinguida con el Premio Casa de las Américas y el de la Crítica Literaria- y ¨La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana¨, y otros ensayos sobre Ernest Hemingway. Temas que ambos compartimos y de los cuales hemos pasado tardes enteras hablando en la terraza del Hotel Ambos Mundos (favorito de Hemingway). Me gustaba su forma de historiar, rigurosamente científica pero muy amena. Lo recuerdo entretenido para contar, implacable en la investigación y siempre con la verdad por delante. Enrique, puso en mis manos todos sus libros (que guardo como tesoros) y él tuvo el honor de recibir el mío: El último león. Todos los hemingwayanos te vamos a extrañar. !!!

Ricardo Koon dijo:

8

26 de diciembre de 2016

17:44:06


El domingo pasado se fue un colega y amigo cubano, autor de novelas como ¨El imperio de La Habana¨ -distinguida con el Premio Casa de las Américas y el de la Crítica Literaria- y ¨La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana¨, y otros ensayos sobre Ernest Hemingway. Temas que ambos compartimos y de los cuales hemos pasado tardes enteras hablando en la terraza del Hotel Ambos Mundos (favorito de Hemingway). Me gustaba su forma de historiar, rigurosamente científica pero muy amena. Lo recuerdo entretenido para contar, implacable en la investigación y siempre con la verdad por delante. Enrique, puso en mis manos todos sus libros (que guardo como tesoros) y él tuvo el honor de recibir el mío: El último león. Todos los hemingwayanos te vamos a extrañar. !!!