Diez parques en Europa que deberías conocer y proteger

El Día Europeo de los Parques, 24 de mayo, reúne centenares de actividades para el conocimiento y defensa de nuestro patrimonio natural

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Parque Nacional Gran Paradiso (Italia)

Giorgio Fochesato / Getty

El 1 de marzo de 1872, el presidente de Estados Unidos Ulysses Grant firmó la ley de creación del primer parque nacional de su país -y de todo el mundo-: Yellowstone.

No fue hasta el 24 de mayo de 1909 que se creó el primer parque nacional en Europa, un mérito conseguido por Suecia gracias a la aprobación de una ley que permitió la protección inmediata de nueve grandes espacios naturales: Abisko, Garphyttan, Hamra, Pieljekaise, Sarek, Great Falls, Sånfjället, Ängsö y Gotska Sandön.

Recordando la fecha, la Federación EuroPark celebra desde el año 1999 el Día Europeo de los Parques en torno al 24 de mayo (muchos de los actos se distribuyen durante toda la semana).

La conmemoración tiene como objetivo acercar la naturaleza a la población, ofreciendo una gran diversidad de actividades y eventos en las áreas protegidas. En 2016 el lema es “El sabor de la Naturaleza”, en el marco del año Internacional de las legumbres de Naciones Unidas. “Este año queremos crear conciencia sobre los vínculos entre las áreas protegidas y la agricultura sostenible y el valor de la naturaleza saludable para la seguridad alimentaria de Europa”, destaca EuroPark.

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Aprovechando la celebración del Día Europeo de los Parques, La Vanguardia Natural os propone una selección de 10 parques nacionales europeos que merecen la admiración y protección por sus valores naturales y culturales.

El ámbito europeo incluye centenares de parques con méritos suficientes para ocupar un lugar en este Top-10 y la lista que se propone a continuación trata simplemente de ser ejemplo de estos y muchos otros parajes que los ciudadanos deberíamos conocer y conservar.

1. Parque Nacional Gran Paradiso (Italia)

Gran Paradiso, el primer parque nacional italiano, cubre 70.000 hectáreas de territorio de alta montaña, entre los 800 metros y los 4.061 metros de la cima más alta. La historia del parque está vinculada a la protección del íbice alpino, que ya en 1856 el rey Vittorio Emanuele II había salvado de la extinción al declarar estas montañas Real Reserva de Caza.

El rey creó también un cuerpo de guardias especializadas e hizo construir una trazado vial para la protección de la fauna y facilitar las excursiones. En 1920, el rey donó la reserva al Estado italiano, para que crease un parque nacional. Dos años más tarde se fundaba el parque nacional Gran Paradiso. En los bosques de la vaguada se encuentran alerces, abetos rojos, pinos y abetos blancos. A medida que se asciende, los árboles dan paso primero a los pastos alpinos, ricos de flores en primavera,y sucesivamente a rocas y glaciares.

2. Parque nacional de los Lagos de Plitvice (Croacia)

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Parque Nacional de los Lagos de Plitvice (Croacia)

Jeremy Woodhouse / Getty

Situado en la región de Lika, el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice es un paraje donde se alternan lagos, cascadas y manantiales de espectacular belleza. Esta región fue declarada Parque Nacional ya en 1949, y catalogada en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979, con una ampliación en 2000.

El parque tiene una superficie de casi 30.000 hectáreas, 22.000 de ellas cubiertas de bosques. La zona que se puede visitar se encuentra en el centro del parque, son 8 km² de valle poblado de bosques, donde la hidrografía ha conformado un paisaje formado por 16 lagos de diferente altitud comunicados por 92 cataratas y cascadas. La vegetación se compone en un 90% de hayas.

3. Parque Nacional de Oulanka (Finlandia)

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Parque Nacional de Oulanka (Finlandia)

Werner Bollmann / Getty

En las regiones del Norte y Ostrobotnia Laponia de Finlandia, que abarca 270 kilómetros cuadrados. El Parque Nacional de Oulanka fue establecido en 1956 y se amplió en 1982 y 1989. Los primeros habitantes de la zona fueron los sami de Laponia. Una combinación única y versátil de la naturaleza finlandesa. Tiene un ecosistema fluvial único y es un ejemplo de bosque boreal intacto y no talado, cerca del círculo polar ártico.

La zona es rica en especies animales y vegetales, con más de 500 especies de plantas vasculares en la zona. Hay una superposición entre las especies del norte y sur en términos de su distribución, y numerosas especies en el este de Finlandia tienen sus puestos de avanzada más occidentales aquí.

Oulanka tiene un suelo rico en nutrientes, lo que lo hace ideal para una flora diversa. El valle del río Oulanka era una ruta de dispersión muy importante para varias especies procedentes de Finlandia oriental, después de la última edad de hielo. A finales del verano, el parque cuenta con innumerables frutas silvestres, setas y orquídeas silvestres, una de las flores más populares de la zona.

4. Valle del Lauterbrunnen (Suiza)

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Lauterbrunnen, Suiza

Jorg Greuel / Getty

La belleza de los Alpes se distribuye por una larga lista de espacios pero el valle de Lauterbrunnen es uno de los conjuntos más representativos e impresionantes. Una zona conocida por sus 72 grandes cascadas (la más grande de las cuales es la de Staubbach) ha inspirado a escritores, amantes y -cada año- millones de turistas y alpinistas.

En el Valle de Lauterbrunnen existen múltiples poblaciones y edificaciones dispersas, además de diversas zonas naturales protegidas pero legalmente no es un parque nacional. Se debe recordar que en Suiza solo existe una zona con esta figura legal, el Parque Nacional Suizo, que se encuentra en el cantón de Grisones.

5. Parque Nacional de Skaftafell (Islandia)

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Parque Nacional de Skaftafell (Islandia)

Paola Moschitto-Assenmacher / EyeEm / Getty

Creado en 1967 en la región de Austurland, en el sudeste de la isla. El Parque Nacional de Skaftafell tiene 4.807 km², que lo convierten en el segundo parque nacional más grande de Islandia. En su territorio se encuentra la cascada Svartifoss, rodeada por columnas basálticas negras de origen volcánico.

6. Parque Nacional de Goreme (Turquía)

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Parque Nacional de Goreme (Turquía)

Getty

El Göreme Milli Parklar, conocido también como Museo al aire libre de Goreme, es un parque nacional que incluye los paisajes más conocidos de Capadocia. Los asentamientos humanos que se conservan en esta zona comenzaron en los siglos III y IV, cuando los cristianos del período romano fundaron varios monasterios.

Como la mayoría de las construcciones en Capadocia, no se trataba de edificios, sino de sitios excavados en la roca, en forma de cuevas artificiales. Aún existen restos de monumentos, capillas, alcobas, almacenes e iglesias, muchos de ellos decorados con frescos de los siglos XI y XII.

La Unesco destaca que en el valle de Göreme y sus alrededores, en medio de un espectacular paisaje modelado por la erosión, hay toda una serie de santuarios rupestres que son testigos de excepción del arte bizantino del período posticonoclástico, así como viviendas y aldeas troglodíticas y subterráneas que son vestigios de un hábitat humano tradicional cuyos orígenes se remontan al siglo IV.

7. Parque Nacional de Bialowieza (Polinia-Bielorrusia)

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Bisontes en el Parque Nacional de Bialowieza (Polonia-Bielorusia)

danm / Getty

Uno de los bosques europeos protegidos legalmente desde hace más tiempo, incluye dos parques nacionales fronterizos, en Polonia y Bielorrusia. Fue creado en el año 1921 a partir de un antiguo dominio real y de caza imperial, y fue declarado parque nacional en Polonia en 1932.

Tiene una superficie total de 150.000 hectáreas y está clasificado como espacio protegido de categoría II según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. La parte polaca fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1977 y en 1992, la parte bielorrusa, dentro de la denominación Bosque de Bialowieza. El recuperado bisonte europeo es el símbolo de esta gran zona protegida.

8. Parque Nacional Kellerwald-Edersee (Alemania)

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Parque Nacional Kellerwald-Edersee (Alemania)

F. Lukasseck / Getty

Situado en el norte de Hesse y ocupado en buena parte por algunos de los hayedos más antiguos y bonitos de Europa ; además del gran lago Edersee. “Quien penetre en las profundidades del parque nacional, atravesando la Ruta selvática del lago Edersee descubrirá un lado salvaje, indomable del parque: aquí conviven cigüeñas negras, pito cano (ave), jabalíes y 14 especies de murciélagos en perfecta armonía.

En el centro de fauna salvaje WildtierPark Edersee, “los visitantes podrán contemplar la fauna salvaje autóctona, como el lobo y el ‘Equus ferus’ o el caballo salvaje”, destacan los responsables de este parque.

9. Parque Nacional Durmitor (Montenegro)

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Cueva helada en el Parque Nacional Durmitor (Montenegro)

Marko Radovanovic / Getty

Con 39.000 hectáreas protegidas como parque nacional desde 1952, este espacio natural Durmitor incluye el monte Durmitor, de 2.522 metros de altitud, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980. Incluye también los cañones de los ríos Tara, Susica y Draga y la parte alta de la meseta de Komarnica, abarcando una superficie de 390 km².

Con 80 km de largo y 1.300 m de profundidad, el cañón del Tara, una parte del parque nacional Durmitor, es considerado por su tamaño la segunda formación geológica de este tipo en el mundo después del Cañón del Colorado en Arizona. Los glaciares y las cuevas son algunas de sus atracciones accesibles durante prácticamente todo el año.

10. Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia

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Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia

Verónica Paradinas Duro / Getty

El parque ocupa una superficie total de 8.480 hectáreas (7.285,2 marítimas y 1.194,8 terrestres) en las provincias de Pontevedra y A Coruña. Los responsables de la gestión de este espacio natural privilegiado destacan que “desde la ría de Arousa hasta la de Vigo se encadenan unas islas, emergiendo del océano y embelleciendo el paisaje marino con la magia de sus acantilados”.

En sus entrañas, en el fondo del mar, se guardan las más preciadas riquezas ecológicas de este Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, custodiadas por los cañones de los antiguos buques aquí hundidos. Es sin duda un lugar donde descubrir los misterios y leyendas del Atlántico. Representa sistemas naturales ligados a zonas costeras y plataforma continental de la Región Eurosiberiana.

Los acantilados, los matorrales, las dunas y las playas, así como los distintos fondos marinos (de roca, de arena, de concha…) crean un gran mosaico de ecosistemas en estas islas y las aguas que los rodean”, explican los responsables de este parque creado en 2002

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