Garbiñe Muguruza: “Nadie llega arriba por su cara bonita”

La número 3 del mundo se ve capaz de ganar un Grand Slam pero no piensa “autoflagelarse” si no lo consigue

Garbiñe Muguruza: “Nadie llega arriba por su cara bonita”
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Garbiñe Muguruza ya preparara la próxima temporada después de confirmarse en la élite durante 2015.

Ha empezado la pretemporada tras apenas un par de semanas de vacaciones. ¿Suficientes?

Han ido bien porque sirven para desconectar después de todo este ‘temporadón’ tan largo. Aunque es difícil porque una viene de tanta emoción e intensidad que apagarse de repente resulta complido. Nunca es suficiente pero dos semanas nos ayuda mucho a descansar nuestro físico, acabamos agotados.

¿Cómo maneja la popularidad y los actos que se derivan de ella?

A mí me gusta, es una parte del deporte que no me incomoda, quizás porque ya desde pequeñita he tenido un tipo de facilidad para desenvolverme y al final forma parte de mi trabajo. Es Mejor quererlo que estar amargado por ello.

¿La reconocen más por la calle?

Todavía si me visto de calle es más complicado que me reconozcan, aunque creo que algo muy bueno que la gente se acerque, te siga y tenga interés. Que te admire como deportista es genial. Cuando sientes a la gente más cerca es que estás consiguiendo lo que persigues.

¿También comporta más presión y exigencia? Siempre se pide más.

Es algo que está encima de la mesa. Si me pongo en la piel de los demás es lógico y normal pensar que se pida más, pero ese de grado de presión y exigencia en mi realidad es más difícil lidiar. Esa nueva presión está ahí y forma parte del deporte, y hay que afrontarla, lidiar con ella.

¿Mejor una crítica o un halago?

Las críticas son buenas, y la gente de mi equipo siempre es muy crítica. Sólo hay una, dos o tres que estén arriba y el margen para serlo es muy pequeño. Por eso es mejor que tu equipo profesional te dé caña, aunque claro que es bueno también oír algún halago. Eso sí, al final te rodeas de mucha gente que dice cosas y lo que es importante es seguir tocando con los pies con el suelo. Si no, te vas rápido de ahí arriba.

Sólo tiene 22 años, pero ya ha superado una lesión grave (seis meses parada en 2013 tras operación de tobillo, ha tenido que decidir por qué país competir y en plena eclosión cambió de técnico. ¿De dónde saca la fuerza para superar obstáculos?

Debe ser mi parte vasca. No sé, es algo que tienes que tener. Si estás convencida de algo y quieres conseguir algo tienes que poner toda tu energía y empeño en ello. Y es lo que intento hacer, dar los pasos correctos, o al menos equivocarme lo menos posible para conseguir lo que quiero.

¿Qué decisión costó más?

La lesión. Lo más complicado para un deportista es no poder ser deportista. Es frustrante, lo peor. El cambio en el equipo técnico, el jugar un torneo u otro, a eso te adaptas, pero el estar sentada sin poder jugar al tenis, lo que me gusta, es duro.

¿Por qué cambió de técnico, de Alejo Mancisidor a Sam Sumyk, si había hecho final en Wimbledon?

Si miramos sólo ese resultado no se entiende. Pero hubiera pasado igual, es un tema indiferente al resultado de Wimbledon. Formaba parte de un proceso que se iba a acabar. Con los años uno quiere un cambio, así que fue lo que se dio. Con Sumyk busqué algo completamente diferente, a alguien que haya vivido lo que es el top de verdad. Entrenó a una número uno bastante tiempo (Azarenka) y esa experiencia es única. Y di ese paso extra que buscaba y que creía me hacía falta.

¿Con qué Garbiñe nos quedamos, la que pega la raqueta contra la pista varias veces en el partido que suponía clasificarse para el Masters o la jugadora de rostro serio, contenida?

En general soy una persona seria en pista, no tiendo a transmitir emociones. Pero hay momentos que te sale, no puedes remediarlo. Si hasta Federer se enfada. En ese momento (partido contra Lucic en Pekín el día de su cumpleaños) estaba nerviosa, tensionada. Necesitaba sacar todo eso. No fue la manera más adecuada de hacerlo pero funcionó.

¿La cara de póquer forma parte de la táctica?

Es importante dar una imagen de tranquilidad al contrincante, pero aún más que tú te convenzas a sí mismo de que llevas el control. Si estás seria y concentrada, es más difícil que te enfades. Trucos de psicología, vaya.

¿Queda espacio para la amistad entre tanta rivalidad?

Inevitablemente no hay espacio para esa emotividad entre compañeras. Somos tan rivales que resultad complicado decir hoy hola qué tal y mañana al final tener que luchar por ganar. Hay educación en el vestuario, pero es difícil intimidar, conservar una relación de amistad seria.

Seguramente desde su triunfo sobre Serena en Roland Garros 2014 ya empezaron a verla de otra manera en el vestuario.

Un partido solo no cambia la percepción de las demás, pero sí es cierto que el constante nivel en rondas buenas, en el ranking, mejorar continuamente, hace que las demás te respeten. Es como un ‘¡atención!, que ésta viene jugando bien y para ganarla hay que hacer un esfuerzo extra. Transmite tensión a la rival esa constancia, porque en un partido solo ya hemos visto muchas veces que una gana a una buenísima pero luego no pasa nada, se queda ahí.

Sus condiciones son un don, perfectas para el tenis de élite de hoy en día.

¿Talento o trabajo?

Dicen que los más talentosos pecan de ser vagos. Pero nada llega por casualidad, el que está arriba es porque se lo ha trabajado y no por su cara bonita. Cierto que tengo unas buenas condiciones para jugar, seguro, pero estoy trabajando para no desaprovecharlas. Quiero ver hasta dónde puedo llegar para cuando esto se acabe pensar ‘llegué hasta aquí y ese fue mi máximo. Chao’”.

Cuesta pensar que usted no llegue algún día al nº1 o que no gane un Grand Slam.

No lo sé. Ojalá pueda, pero pensar así no me ayudaría en nada. Sería como autoflagelarse pensar yo no puedo acabar mi carrera sin todo eso. Sería un error plantearlo así. Si llega, llega. Estoy cerca, he comprobado que soy capaz de ello, pero no quiero pensarlo de esa manera. Mejor trabajar y con el tiempo ir viendo hasta dónde llego, pero no planteármelo de inicio.

¿Qué es lo más urgente que mejorar?

Lo más inmediato es mantener el nivel adquirido y lidiar con la tensión, esa nueva visión que la gente pueda tener de mí tras el gran final de temporada. No cambiaría nada específicamente, si no intentar mantener ese nivel, continuar haciendo grandes partidos, ese buen tenis que vengo demostrando.

¿Y que debe eliminar ya?

Estoy segura que volveré a hacer cosas que no quisiera en una pista. Porque yo quiero eliminar los malos días, esos en los que no te sale nada, las malas rachas que he encadenado en tempoadas anteriores. Pero soy consciente de que en algún momento puede pasar, aunque seguiré intentando que no pase.

¿Djokovic puede ser el ejemplo?

Lo veía en el Masters y me decía, no puede ser. Tuve que escribir un tuit diciendo que es un extraterrestre, que tiene cara de alien. No es normal lo que ha hecho, sólo le ha faltado ganar Roland Garros. Ha encontrado un estatus mental, físico, de concentración, un todo, vaya, que lo mantiene, que lo ha cogido y sabe cómo mantenerlo.

¿Vigila lo que hacen otros tenistas?

Sí, observo mucho al resto , sobre todo a los buenos: qué hacen, cómo entrenan, calientan, qué hacen antes y después de los partidos, lo que comen; los detalles marcan la distancia porque todos los ‘top ten’ juegan bien la tenis.

¿Y Rafa Nadal tras sufrir tanto esta temporada?

Es normal que le pase a Rafa. Estuvo mucho tiempo lesionado y después no tuvo los resultados espectaculares que había hecho anteriormente. Pero yo lo veo un proceso normal. Volverá seguro, de hecho ya se está recuperando. Era cuestión de tiempo que encontrarse su camino.

¿Ya le ha invitado a formar doble mixto olímpico con usted?

No la había contemplado pero es una gran idea. No sé cuántas modalidades puede jugar cada tenista en los Juegos, pero sin duda sería explosivo.

¿Qué relevancia le da a los Juegos de Río en su próxima temporada?

Los Juegos Olímpicos son especiales para todos los deportistas. Es lo máximo y es una oportunidad que sólo se presenta cada cuatro años, que no sabes si los podrás jugar ni cuántas veces lo podrás hacer. Cierto es que para los tenistas es diferente para lo que puede ser para un atleta, ya que nuestro calendario está muy determinado, con muchos torneos importantes. Aun así, los Juegos son lo máximo.

Si obtiene una medalla, será muy repartida: nacida en Venezuela, el país de su madre; eibarresa por parte de padre y residente en Barcelona desde la infancia.

Elegí jugar por España, pero no es que me salgan buenas palabras porque sí hacia Venezuela, es que es un país que está en mi vida, donde he nacido y donde la gente me apoya mucho. Es sorprendente los fans que tengo y cómo me siguen en Venezuela. Podían haberse sentido mal por mi decisión, pero afortunadamente me apoyan.

¿Qué Serena Williams espera?

Si sigue jugando es que realmente se ve con ganas, porque en caso contrario no tiene necesidad algunad e seguir con todo lo que ha ganado. Domina el circuito y con mucha diferencia, y mientras esto no cambie es difícil irse dejando atrás algo tan bonito.

¿Usted es una de las que está preparada para asaltar su trono?

No sé realmente qué pasará ni que jugadoras serán las máximas rivales. Eso ya se irá viendo. Jóvenes siempre hay preparadas para subir, pero los torneos dirán. Ojalá yo esté ahí, pero ahora mismo me resulta difícil hacer pronósticos.

Después del Open de Australia, eliminatoria de Copa Federación Serbia-España.

Es un torneo complicado porque viene después de un torneo importante y llegas un tanto cansada. Pero también es muy divertido jugar en equipo. De verdad, creo que es una competición divertida y tenemos además un buen equipo. Si hacemos piña, se puede hacer algo importante.

En la capitanía Conchita Martínez. ¿Cómo asimila las comparaciones con ella y Arantxa Sánchez?

Es normal si pienso que la gente ansiaba que llegara un nueva Arantxa o una nueva Conchita. Pero mejor si piensan que ha llegado una nueva jugadora, una Garbiñe. Si me comparan, genial, nunca me va a molestar, pero yo soy Garbiñe, una tenista diferente. Es la hora de Garbiñe.

Sí resulta evidente la diferencia de estilos.

Nuestros juegos son muy diferentes, por mi estatura (1,82 metros) me apoyo más en el saque y me gusta pegar fuerte a la bola, buscar el punto ganador. Pero, cuidado, también hay que tener en cuenta que me quedan muchos títulos que ganar para estar algún día a su altura. Si me ven como ellas genial, de hecho ellas me dan consejos y me cuentan historias de cómo lo vivieron ellas. Me dan consejos de ‘mami’, y yo lo agradezco.

Su carrera promete mucho. Pero, ¿teme estar dejándose cosas atrás propias de la gente de su edad?

Mucha gente me lo dice, pero yo lo veo al revés. Yo podré dejarme cosas por vivir, pero a cuánta gente de mi edad no le gustaría poder viajar, vivir del deporte, jugar ante miles de personas en grandes estadios. Es una vida que a mucha gente le gustaría vivir. Realmente me siento afortunada, no creo que me esté perdiendo nada. A mucha gente le gustaría estar en mi piel.

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