El consumo de las familias tira de la economía española

El Banco de España constata “un elevado dinamismo” en el tercer trimestre

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Imagen de un supermercado en el País Vasco

EFE

La locomotora no está en la demanda exterior, ni en el turismo sino, por fin, en casa. La demanda interna se recupera y tira de la economía, según el Boletín Económico del Banco de España. Con el PIB creciendo al 3,4% en el tercer trimestre en tasa interanual, la institución que gobierna Luis María Linde asegura que “la evolución de los indicadores coyunturales apunta a una contribución elevada de la demanda interna privada al avance del PIB”. El Banco de España sostiene esto pese a reconocer que la información desagregada -de la composición del PIB- aún no está disponible.

El paulatino y prolongado descenso del paro y el aumento de la ocupación -aunque se base en gran parte en empleos de baja calidad-, el aumento de la renta disponible por las recientes rebajas fiscales y la mejora de la confianza están insuflando gasolina a la economía con cierta intensidad, algo inédito desde que empezó la crisis. En concreto, dice el Banco de España, “ el gasto de las familias españolas en bienes de consumo habría mantenido, de acuerdo con la información disponible, un elevado dinamismo al final del tercer trimestre y al inicio del cuarto”.

Hay más confianza de los consumidores, de los comerciantes y, también, mayor acceso al crédito. Según el supervisor financiero, “los tipos de interés aplicados por los bancos en los créditos nuevos a los hogares disminuyeron en septiembre”. Por ejemplo, el coste de los préstamos destinados a la compra de vivienda descendió ocho puntos básicos hasta el 2,4%, mientras que los concedidos para consumo y otros fines se redujo 27 puntos básicos hasta situarse en el 6,5%. Esta tendencia a bajar los intereses muestra la necesidad de la banca por poner el dinero a circular ante el exceso de liquidez de sus balances.

Si se consolida el auge del consumo interno en España y en Europa, el propósito principal del plan de estímulos del BCE para lograr que la inflación vuelva a tasas de crecimiento inferiores pero próximas al 2% estaría más cerca de conseguirse. Sin más consumo es imposible que los precios se recuperen.

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