Pese a que la renovación de Neymar está parada, el barcelonismo puede estar tranquilo. El brasileño es feliz en el mejor equipo del mundo, donde conquistó el triplete jugando al lado de Leo Messi, el futbolista con el que siempre quiso compartir camiseta. Ney no contempla a día de hoy otro escenario que no sea seguir disfrutando y ganando títulos en el Camp Nou, donde tiene un ‘feeling’ muy especial con el argentino.
La presencia de Messi como líder indiscutible de la plantilla es fundamental para que Neymar esté centradísimo en el fútbol y no se plantee nada más. Si ya antes de la final del Mundial de Clubs de 2011 deseaba jugar en el Barça, la amplia derrota (4-0) sufrida con el Santos contra el equipo azulgrana en Yokohama acabó de hacer de decidir a Ney. Desde aquel día nadie pudo convencerle de otra cosa. El Barça estaba por encima de todo. Ni Madrid, ni Bayern, ni City, ni nadie.
Han pasado dos años desde su llegada y Neymar está más que integrado en un vestuario que no tiene dudas sobre sus cualidades futbolísticas y su implicación con el grupo. Ganador como pocos, el cóctel con Messi y Neymar dentro y fuera del campo es capital para entender su voluntad de seguir en el Camp Nou. El brasileño, siempre al margen de temas contractuales, aspecto en el que delega en su padre, siente devoción por Leo. El argentino, junto a Dani Alves, fue de los primeros que se encargó de convertirle en uno más de la plantilla. Messi, como en su día hizo Ronaldinho con él, hizo de ‘hermano mayor’ con Neymar.
Desde el primer día en la Ciutat Esportiva conectaron y se han vuelto inseparables. Suelen quedar juntos en Barcelona con sus familias e hijos y no hay envidias entre ellos. Ambos saben que juntos son mejores. Quienes les ven cada día en el vestuario lo celebran. Son más que amigos. Y eso es oro cuando quienes se entienden así son dos de los tres mejores futbolistas del mundo