Los embalses del Gorg Blau y Cúber, situados en plena Serra de Tramuntana, abastecen de agua todo el consumo que realizan los turistas en la ciudad. Debajo del primer pantano, el más grande, se encuentran las instalaciones de impulsión de Emaya, que ha invertido más de un millón de euros en mejorarlas. "Nunca se había hecho una obra de esta magnitud", destacó la presidenta de la empresa municipal, Neus Truyol, que ayer visitó la galería subterránea donde se llevan a cabo los trabajos, que finalizarán a mediados de septiembre. La importancia de la actuación, que comenzó el año pasado, radica en que las instalaciones estaban muy obsoletas, ya que tenían más de 40 años de antigüedad, y "había que sustituir las válvulas y conducciones para cumplir la normativa de seguridad de las presas, mucho más exigente para evitar peligros", en palabras del director técnico de Aguas de Emaya, Llorenç Mestre.

Renovar las ocho válvulas que sacan agua del embalse del Gorg Blau para trasladarla a Cúber y, desde allí, a Palma y sustituir 140 metros de conducciones ha sido la actuación más costosa, con un presupuesto de más de 824.000 euros. Además, "se están reparando casi 400 metros de la tubería de impulsión sujeta a la vertiende de la montaña (así como mejorando sus anclajes) y que transporta el agua a Cúber, ya que el embalse está ubicado a una cota superior", según explicó el director técnico. En concreto, la cota del Gorg Blau está a 525 metros y la del más pequeño, a 750 metros de altitud.

Escalada y helicóptero

Mestre añadió que este trabajo de alta precisión ha necesitado especialistas en escalada y hasta un helicóptero para subir tanto el personal como el material de obra, debido a que la conducción se encuentra en dicha vertiente y en un acantilado. Cada una de las dos actuaciones realizadas por la empresa municipal en la Serra ha contado con casi una decena de trabajadores.

Después de visitar el subsuelo del embalse del Gorg Blau, la responsable política detalló que entre ambos aportan a Palma unos 45.000 metros cúbicos de agua al día, un 20% del líquido que necesita la ciudad. El resto proviente de las fuentes y pozos de la Serra y el Pla.

"Durante la primavera, otoño e invierno, el origen principal del abastecimiento son los pozos y fuentes, mientras que los dos embalses almacenan el agua que se reserva para la temporada de verano, cuando vienen miles de turistas a la ciudad", como indicó Truyol, que estuvo acompañada en el recorrido por la gerente de Emaya, Inma Mayol.

Según los datos de otros años, "Palma consume en agosto más de 3,5 millones de metros cúbicos de agua. El Gorg Blau cuenta a día de hoy con 5,7 millones de metros cúbicos y Cúber, 1,7 millones. Cuando desciende el nivel de uno, el otro también, porque se encuentran conectados", detalló el director de Aguas.

La presidenta de Emaya incidió en que "el abastecimiento está garantizado hasta finales de año" y, en el caso extremo de que este otoño e invierno no lloviese, la empresa municipal podría usar agua de la desaladora, debido a que paga tres millones de euros anuales para tener derecho a ella, aunque desde hace años no ha sido necesario.