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Podemos niega un pacto con el PSOE y critica su “euforia”

Consejo Ciudadano de Podemos Castilla-La Mancha

Alicia Avilés Pozo

Las cosas no parecen estar tan claras en Castilla-La Mancha. En un nuevo escenario de ruptura del bipartidismo tras los resultados de las elecciones autonómicas, Podemos, que se estrena en las Cortes regionales, ha interpretado con “mucha extrañeza” el hecho de que el candidato del PSOE, Emiliano García-Page, celebrara los datos finales con “tanta euforia”. La formación morada considera que “o no sabe contar, o tiene un pacto con el PP que nosotros desconocemos”. Y lo considera así porque desde este partido afirman que no hay a día de hoy ningún pacto ni acuerdo “ni nada” con los socialistas a este respecto. “Ni se han puesto en contacto con nosotros ni nos han llamado”, ha querido precisar el candidato regional a la Presidencia, José García Molina.

Los resultados de los comicios obligan a los socialistas a un pacto con Podemos para hacerse con el Gobierno de Castilla-La Mancha tras no alcanzar la candidatura de María Dolores de Cospedal la mayoría absoluta. A escaso margen del escrutinio final, García-Page compareció ante los militantes a gritos de “¡presidente!¡presidente!” en los que muchos interpretaron como un pacto ya fijado con la formación morada para arrebatar a Cospedal el Gobierno de la Comunidad. En una comparecencia junto a los miembros del Consejo Ciudadano territorial de Podemos, García Molina ha dicho estar “extrañado” por esta “euforia”.

“Hemos valorado con cierto extrañamiento las declaraciones de Page, que se presentaba a los medios como el ganador de las elecciones, y a uno le queda una sensación rara porque, o bien no sabe contar o bien tiene un pacto con el PP, porque con nosotros no lo tiene. Ni nos ha llamado, ni hemos hablado, ni nada que se le parezca, y no acabamos de entender esa euforia, salvo que sepan algo que nosotros no sabemos”, ha resaltado.

García Molina, de hecho, dice que en su partido “no hablamos de pactos” y que “si quieren sentarse y hablar, nosotros tenemos un programa y queremos que ese programa se cumpla porque está hecho por la gente y para la gente”. Ha marcado así las condiciones para un hipotético acuerdo con los socialistas: el Plan de Rescate Ciudadano, que incluye la auditoría de la deuda pública de la Junta; una Ley de Transparencia “de verdad”, donde se refleje toda la actividad institucional del Gobierno en tiempo real; y una Ley de Emergencia Social, con paralización de desahucios, y un plan de garantía habitacional y de suministros básicos de gas, agua y luz.

Bajo esas tres premisas, señala el líder regional de Podemos, “cualquier fuerza política que quiera sentarse con nosotros va a ser bien recibida”, pero “tiene que demostrar que quiere hablar de cuestiones que tienen que ver con la política para la gente”. Son medidas “de sentido común y de igualdad” y “la única forma de que esta región salga para adelante”. Tampoco le interesa a Podemos la posibilidad de ocupar puestos de responsabilidad, como la titularidad de alguna Consejería, en un futuro Gobierno. “Hemos venido a hacer política sin este juego de mercadeo; no estamos buscando cargos sino hacer política, ya veremos lo que pasa después de las conversaciones, pero en nuestra agenda esa no es nuestra idea”, ha sentenciado.

La responsabilidad de que volviera a gobernar Cospedal sería de “quien tiene la posibilidad de gobernar, no de Podemos”

Una de las peculiaridades del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha es que la candidatura con mayor número de escaños sea la que gobierne si en las dos primeras vueltas no se consiguen las mayorías suficientes para ello. Es decir, que si el PSOE y Podemos no alcanzaran acuerdos, Cospedal volvería a ser presidenta. García Molina cree que si se diera ese caso “sería responsabilidad de los partidos que quieren gobernar, no de Podemos”.

“Quien tiene que preguntarse con quién pactar es el PSOE. Nosotros tenemos una forma de entender la política, si el PSOE no la entiende, es que no es un partido que quiera hacer política para la gente”, ha dicho, porque “cualquier partido que quiera gobernar para la ciudadanía no puede desatender nuestras medidas, que son de sentido común. Si no, no se merece gobernar”. También ha dejado claro que el adversario político de Podemos “no es ni Cospedal ni Page ni Ligero, no es una sigla, sino las políticas de recortes y contra la gente”.

Por último, considera “meras especulaciones” que el pacto para la gobernabilidad de la región se fraguara entre el expresidente José Bono y el líder nacional de Podemos, Pablo Iglesias, durante el encuentro que mantuvieron. “Hasta donde llega mi información y mi conocimiento, no ha sido así”.

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