Numerosos inversores han desaparecido del parqué en los últimos años por ser incapaces de seguir el frenético ritmo que ha impuesto la crisis. La caída de la extensión de negocio ha elevado hasta cotas inusitadas la volatilidad y, también, los vaivenes de índices y mercados.
Pero esto, por su parte, ha incrementado el atractivo de una
estrategia de «trading» muy peculiar: el «scalping», también conocido
como «quick trading». Esta técnica consiste en realizar operaciones en
cuestión de segundos o, a lo sumo, de un par de minutos. En este corto
espacio de tiempo debe quedar cerrada la compra y venta de un activo en
Bolsa.
¿Qué se necesita?
El
tiempo juega en contra del «scalper», con lo que es fundamental que los
sistemas y herramientas con las que opere sean lo más rápidas posible.
Luis Lorenzo expone que para convertirse en un buen «scalper» es muy
importante contar con dos equipos y dos conexiones de ADSL.
«Parece una
tontería, pero es algo básico. Es una forma de prevenir que un sistema
se cuelgue con una operación a medias», relata.
Además, en un nivel superior, es fundamental disponer de un buen graficador y operar con un sistema o una plataforma que sea lo más rápida posible, del tipo Visual Chart. Cuantos menos intermediarios haya, mejor. Más garantía de éxito para este tipo de operativa. Esto es fundamental ya que la esencia del «scalping» es localizar valores, índices, divisas o bonos que puedan sufrir fuertes altibajos, por ejemplo a causa de una noticia, en un brevísimo espacio de tiempo.
¿Cuándo operar?
El análisis técnico suele ser un claro aliado del «scalper», que en todo momento debe buscar puntos de entrada y salida para los activos que le interesan. Respecto a los mejores momentos para hacer este tipo de operativa, Luis Lorenzo afirma que se producen en la apertura, en la media sesión (cuando abre Wall Street) y al cierre. En su opinión, a las once de la mañana el mercado está muerto para un «scalper». Para David Aranzabal, consejero delegado de FX For a Living, uno de los mejores momentos se da en la apertura del mercado europeo, cuando se junta la liquidez de los mercados asiáticos, con la de las plazas de Francfort y Londres.
¿Con qué activos?
Activos de máxima liquidez. Es una consigna que nunca debe olvidar el «scalper». Este tipo de operativa sólo tiene sentido con acciones, divisas o índices cuyo volumen de negocio sea alto y esté más que garantizado. En la actualidad, según Luis Lorenzo, los activos clave para el «scalping» son el euro-dólar, el índice Standard & Poor´s, el Dax Xetra de Francfort y el «bund» (bono alemán a diez años). Según Aranzabal, el mercado Forex (de divisas) es uno de los mejores campos de actuación para el «scalping» sobre todo en tres cruces: el euro-dólar, la libra-dólar y el euro-yen.
Así como la mayor volatilidad y dinamismo del mercado favorecen el «scalping», el hecho de que ahora haya menos volumen de negocio lo entorpece. Por eso, es imprescindible prestar mucha atención a este aspecto. Algunas acciones o índices que antes se prestaban claramente al «scalping», ahora ya no son atractivos, precisamente porque su volumen se ha reducido mucho en los últimos cuatro años. Respecto a productos, Aranzábal opina que se puede hacer «scalping» mediante futuros o con operaciones al contado en el mercado de divisas.
Cuánto se puede ganar
La ganancia es muy relativa y dependerá mucho de cada operación. Lo ideal es que salga bien y arañar unos cuantos puntos a un índice. Pero también puede salir mal. En ocasiones, teniendo en cuenta las comisiones, las ganancias pueden quedar reducidas a unos pocos euros. Pero el «scalper» debe tener claro que su trabajo no se cierra con una operación al día. El operador puede llegar a comprar o vender 20 veces o más en 1 hora.