Los brasileños, que fueron claramente mayoría en el estadio Arena Pernambuco, animaron hoy mayoritariamente a la selección de Uruguay y comenzaron abucheando a la de España pero luego se rindieron ante el fútbol de calidad de los españoles.

El encuentro marcó el inicio del Grupo B de la Copa de las Confederaciones que completan Nigeria y Tahití, que se enfrentarán mañana.

En los primeros quince minutos del juego, cuando el balón fue prácticamente monopolizado por los dirigidos por Vicente Del Bosque, los silbidos y abucheos fueron constantes.

Las pocas veces que en el inicio del partido los "celestes" se pudieron hacer con el balón fueron animados por los espectadores.

Sin embargo, los primeros toques del "cerebro" español Andrés Iniesta, o cuando Xavi Hernández mostró parte de su indiscutible calidad, los aplausos bajaron desde las tribunas.

Más aún tras el primer gol español, de Pedro en el minuto 20, y el posterior de Soldado a los 32 premio a la paciencia y el juego siempre pensando en la portería uruguaya que mostró España.

En la segunda parte, cuando los españoles se dedicaron a cuidar el balón y las energías, volvieron los abucheos reclamando más acción y tímidos aplausos para los uruguayos cuando intentaron, al menos, alguna ofensiva.

Una de las mayores ovaciones de la jornada se la llevó el máximo goleador de la historia de la selección "celeste" y elegido el mejor jugador de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, Diego Forlán, al saltar del banquillo de suplentes al campo.

El gol del "niño malo" uruguayo Luis Suárez también fue celebrado como "propio" por la gran mayoría del estadio.