El sacerdote valenciano monseñor José Bonet Alcón, de 82 años de edad, que estudió con el Papa Francisco en el seminario en Argentina y le donó sangre cuando Jorge Mario Bergoglio fue operado de una grave dolencia en el pulmón, ha destacado del Pontífice su "sensibilidad" y "caridad" con los necesitados, además de ser "ejemplar en el sufrimiento, sereno y paciente".

Así lo asegura Bonet, presidente del Tribunal Nacional de Apelación y Segunda Instancia de la Conferencia Episcopal Argentina, en una entrevista en el periódico diocesano Paraula, en la que señala que desde entonces mantiene una gran amistad con el Papa Francisco.

Bonet, nacido y criado en valencia, y Bergoglio fueron compañeros del mismo curso en el seminario de la archidiócesis de Buenos Aires durante unos meses, antes de que el actual Pontífice ingresara en la Compañía de Jesús. El sacerdote le recuerda entonces "como un alumno ejemplar, siempre humilde, caritativo, piadoso, estudioso y tratando de pasar desapercibido, muy armónico en todos los aspectos de su persona y digno de ser admirado e imitado".

Según relata, en aquellos años él y otro seminarista, José Barbich, donaron sangre al joven Bergoglio con una transfusión "en el llamado Hospital Sirio Libanés, muy cercano al seminario" cuando el hoy Papa Francisco sufrió una grave afección pulmonar. "Lo visitábamos en los ratos libres y pasábamos parte del día con él e incluso a veces nos quedábamos a dormir en el hospital", ha comentado.

"Me pareció también ejemplar en el sufrimiento, sereno y paciente, y con un gran sentido de la gratitud", ha agregado Bonet, quien considera que al darle sangre el "beneficiado" fue él.

Entre otras cualidades del Papa, subraya la "sensibilidad tan exquisita con respecto a sus hijos espirituales" además de "una gran humildad, una gran caridad con las personas necesitadas, un gran celo apostólico y una gran devoción a la eucaristía y a la virgen".