El jefe del Consell, Alberto Fabra, tiene dentro de casa algunas de las mayores voces críticas. César Gavela (Ponferrada, 1953), escritor y técnico de la Conselleria de Presidencia, da al presidente Fabra por amortizado tras su gestión del caso Blasco, que se ha negado a marcharse pese a estar al borde del juicio oral: «[Fabra] Ya no podrá ser el candidato del PP en 2015 salvo que el partido acepte que esta comunidad está perdida».

El funcionario Gavela, que trabajó unos años para Rafael Blasco como asesor de asuntos parlamentarios cuando era conseller de Inmigración, ridiculiza a Fabra en un artículo periodístico: «Rafael Blasco ha acabado con Alberto Fabra. La verdad es que no le costó mucho hacerlo, el rival era muy débil». «Ha caído con un soplido del rocoso exconseller, cuestiones penales al margen».

«Blasco se ha quedado quieto y el modesto concejal castellonense que de rebote alcanzó la alcaldía y y por un nuevo rebote la Generalitat ha caído», dice el escritor, que describe a Fabra como un hombre sin «fuerzas», sin «talento» y sin «valor», «un juguete en manos de Blasco». Más condescendiente es con su antiguo jefe, «un hombre que, al borde de todos los precipicios, aún tiene capacidad e ironía para despeñar, antes que él, al modesto político norteño».

En este contexto, el funcionario de Presidencia considera urgente «buscar otro candidato». «Rajoy debe reaccionar para evitar la debacle», sostiene.

Rus, el Revilla de Xàtiva, de sucesor

Su candidato sería el presidente de la diputación, Alfonso Rus, «amigo de Blasco», quien podría convertirse en «una especie de Miguel Ángel Revilla de Xàtiva». En cuanto al futuro de Fabra, Gavela lo ve como «un buen ayudante de Camps en el Jurídic Consultiu». No es la primera vez que las opiniones de este técnico de Presidencia dan que hablar. Hace año y medio animó a los funcionarios a delatar a los políticos corruptos.