Una residencia de la tercera edad de Massamagrell fue escenario ayer de una brutal agresión machista que ha dejado en estado crítico a una mujer de 92 años. Uno de los internos del geriátrico, identificado como Bernardino M., acuchilló en el cuello a otra usuaria del geriátrico, con la que mantenía una relación sentimental, según apuntaron fuentes conocedoras de lo ocurrido. El presunto agresor tuvo que ser reducido por la Guardia Civil después de que unos vecinos saltaran la valla de la residencia y lograran poner a salvo a la víctima.

«Estaba sentado encima de ella clavándole el cuchillo en el cuello», asegura Miguel, una de las tres personas que saltó la valla para intentar detener al agresor. «La cogí de las piernas y la arrastramos para que no siguiera acuchillándola», añade Alfonso, otro de los héroes que con su acción evitaron que la nonagenaria muriera allí mismo. «Una vez la alejamos un poco de su agresor la puse de lado para que no se atragantara con la sangre», explica este testigo.

Fueron momentos de verdadera tensión. El anciano se negaba a soltar el cuchillo e incluso seguía afilándolo con el bordillo de los escalones de la entrada mientras llegaba la Guardia Civil, según relatan los testigos. Además, amenazaba con matarse y se realizó diversos cortes, aunque ninguno de ellos tan grave como el que le había causado minutos antes a su compañera.

Los hechos ocurrieron ayer poco antes de las tres de la tarde en la calle Doctor Fleming de Massamagrell, en el interior de las instalaciones de una residencia de la tercera edad. «¿Pero de dónde ha sacado el cuchillo este hombre?», se preguntaban varios de los vecinos que se acercaron al lugar al escuchar los gritos de las trabajadoras del centro. En una de las entradas del edificio estaba el agresor a horcajadas sobre la víctima, que apenas podía respirar debido a la herida sangrante que tenía a la altura de la tráquea.

Unos vecinos salvaron a la mujer

Miguel no se lo pensó dos veces y al ver que ninguno de los trabajadores intervenía para salvar a la mujer optó por saltar la valla e intentó arrebatarle el cuchillo al agresor. «Estaba muy agresivo y el tío no soltaba el cuchillo», explicó. Mientras Alfonso arrastraba de los pies a la agredida para ponerla a salvo.

«¡Dejadme que me mato!», gritaba el agresor. «¿Pero qué he hecho? He matado a mi mujer», se lamentaba. Los vecinos trataban de tranquilizarlo diciéndole que no estaba muerta para que soltara el arma pero no había forma. Cuando los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local llegaron al lugar lo rodearon por detrás y entre tres lograron reducir al hombre y quitarle el cuchillo.

Varias ambulancias se desplazaron también a la residencia y atendieron en el lugar tanto a la víctima como a su presunto agresor, que se había autolesionado. «La han tenido casi una hora dentro de la ambulancia para estabilizarla», apuntaba Paco. Ambos fueron trasladados al Hospital Clínico de Valencia, donde al cierre de esta edición seguían ingresados. Anoche la víctima se encontraba en estado crítico ya que había perdido mucha sangre, según apuntaron fuentes sanitarias.

Responsables de la residencia prefirieron no hacer declaraciones sobre lo ocurrido. No obstante, conocidos del arrestado, vecino de Massamagrell, aseguran que éste es viudo y que la víctima no era su esposa sino su actual compañera sentimental, a la que supuestamente conoció en el citado geriátrico. El hijo del detenido acudió al lugar cuando le notificaron lo que había pasado. Fuentes vecinales apuntaron que otro de los hijos del arrestado murió en un accidente de moto en un paso a nivel hace años.