El último asedio del Valencia a la cuarta plaza, que tiene en vilo a su afición y a la de la Real Sociedad, se explica desde varios factores, partiendo desde el propio banquillo, donde Valverde ha sabido exprimir los últimos recursos de la plantilla para dar un vuelco a las previsiones. Este último Valencia, el de las goleadas y la sonrisa sempiterna, empieza a explicarse desde la defensa, con Mathieu, se extiende al trío formado por Parejo, Banega y Albelda; fluye con la verticalidad de Guardado y llega hasta Soldado, en racha de nuevo. De todos ellos, destaca la presencia de David Albelda, por estar en los albores de su marcha, que ahora medita.

Durante la primera mitad en Getafe, cuando el partido se hallaba trabado en el centro del campo, se impuso de nuevo en el Valencia la figura de su capitán, de 36 años -cumplirá 37 en septiembre-, que echó el ancla en el círculo de central para evitar la zozobra en un momento delicado. Su trabajo, rodeado de jugadores mejor dotados para la creación, es el de evitar el caos al que tienden en ocasiones sus compañeros más ofensivos. Está siendo crucial el centrocampista en este final sin tregua del equipo de Valverde. La lesión de Tino Costa le ha empujado a asumir la titularidad en el clímax de la historia, y con él en el centro del campo el Valencia está viviendo su mejor mes desde que comenzó la temporada. Ha jugado 5 de los últimos 6 encuentros desde el inicio, coincidiendo con algunos de los momentos claves en el mano a mano con la Real Sociedad. Valverde dijo de él que es un jugador sobre el que no hay "dudas" en el rendimiento. En otras palabras, es fiable.

También enriquece el juego del Valencia desde el pivote defensivo, paradójicamente. Su posición permite liberar a Parejo de mayores responsabilidades defensivas y le da pista para recibir el balón en posiciones más adelantadas. Las triangulaciones nacen así en zonas de mayor peligro, y los atacantes sienten que tienen las espaldas cubiertas. Su posición retrasada también se ha notado en el balance defensivo del Valencia en esta recta final de campeonato. Por primera en tres años el conjunto de Mestalla ha encadenado tres partidos sin recibir un solo gol: Osasuna, Rayo Vallecano y Getafe. Pese a esto, su rol esta temporada no ha sido tan preponderante como el que pueden indicar las últimas semanas. De hecho, con Pellegrino, su papel en el campo era casi inexistente, reduciendo su labor a la de ser un guardián del vestuario. Fue entonces cuando Albelda vio próximo su ocaso en Mestalla y anunció su inminente marcha, dejando apenas una rendija de posibilidad para su continuidad. La llegada de Valverde tampoco supuso un cambio radical en su protagonismo sobre el césped. Si bien empezó siendo titular, poco a poco fue cediendo ante el trivote completado por Tino Costa, un jugador que aporta presencia en las dos áreas y es uno de los mejores especialistas a balón parado de la liga, algo en lo que Valverde centra su atención.

Pero, aún así, los últimos meses están dando giro a su papel en el equipo que pueden hacerle reconsiderar su situación. Si con Pellegrino su titularidad se guardaba para casos de máxima urgencia, con Valverde obedece más a la necesidad de dosificar sus esfuerzos. Además de su ya mencionado protagonismo en los últimos capítulos, hay más motivos para que aguante un año más. Los nuevos dirigentes de la Fundación, cuyo proyecto deportivo se presenta hoy, pretenden que Albelda encabece esa transición en el vestuario, que aguarde un último asalto antes de ceder el testigo, en aras de la estabilidad del equipo. Albelda esperará esa última llamada para rumiar de nuevo su marcha, y entre los condicionantes puede estar también la continuidad de Ernesto Valverde, algo que también pretende el equipo de Amadeo Salvo.

Esta semana será clave para el futuro de David Albelda, ya que en el horizonte se divisa el último partido del curso en Mestalla, ante el Granada, en el que el público esperará un adiós o un hasta luego de su capitán. Si hace balance de la temporada, su recuperado liderazgo en el centro del campo pueden hacer sospechar que aún tiene cuerda para otro año más. Esta temporada ha sido 14 veces titular en liga, sumando más de 1.100 minutos en el campeonato doméstico, cifras similares a las del curso pasado y superiores a las de hace dos, ambos con Unai Emery en el banquillo.

Para el año próximo el club ya tiene fichado un futbolista de recambio para su posición como Javi Fuego, pero Albelda tiene indicios de que, dosificado, puede seguir teniendo su cuota de responsabilidad en el césped. Además, ya han comenzado a llegar al club ofertas por otros jugadores que ocupan esa posición, caso de Tino Costa, por el que se ha interesado el Fenerbahçe y cuya venta sí podría interesar al club. Con todo, Albelda es una de las claves de este último renacimiento del Valencia.

El Valencia ya ha superado los registros de la anterior temporada, pese a lo que indica la clasificación del campeonato. Tras la victoria ante Getafe son ya 62 los puntos conseguidos esta campaña, uno más de los que logró el Valencia de Unai Emery en toda la temporada anterior. Con los números de este año, en el curso pasado hubiera sobrado para acabar tercero, con 4 de ventaja sobre el cuarto clasificado, el Málaga, con 58 puntos. Sin embargo, es posible que este año, con el pleno final de cinco victorias y 68 puntos en el casillero, al Valencia no le llegar siquiera para entrar en Liga de Campeones. Esta temporada podrían ser hasta seis los equipos que acabaran por encima de los 61 puntos que logró Unai Emery el año pasado, dato que muestra lo competida que ha estado esta Liga en la parte alta de la clasificación. Por otro lado, este Valencia aún está lejos de los 71 puntos que logró en la temporada 2010/11, en la que también fue tercero. a. z. valencia