Si tomamos la molestia de ver cuáles son las funciones del Banco de España, vemos que dentro de las que posee como banco central nacional hay dos clarificadoras de lo que realmente ese esta entidad, ente o entelequia:

  • Promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero y, sin perjuicio de las funciones del BCE, de los sistemas de pago nacionales.
  • Supervisar la solvencia y el cumplimiento de la normativa específica de las entidades de crédito, otras entidades y mercados financieros cuya supervisión se le ha atribuido.

De la primera se deduce que sus decisiones deben de ir encaminadas a estabilizar el sistema financiero con medidas, normas, directrices o consejos que promuevan el buen funcionamiento y la estabilidad de las entidades.

De la segunda se deduce que debe de ser responsable de analizar la solvencia de las entidades financieras y que estas no falseen datos.

O sea, ¿qué ha estado haciendo en la última década el Banco de España? Si permitir que el pequeño ahorrador sea timado por las entidades financieras primero con clips, swaps o coberturas de tipos de interés, luego con preferentes, convertibles, cédulas hipotecarias,…, es promover el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero, hará eso, pero la estabilidad y buen funcionamiento del ciudadano lo dudo mucho.

Si lo que busca es la solvencia de las entidades y para ello debe de ‘cargarse’ la solvencia de los particulares y pequeños ahorradores, eso le dio igual, el caso es que las entidades sean solventes. Lo curioso es que en la última década eso ha sido incapaz de hacer.

Mi pregunta es por lo tanto, si un ente tiene unas funciones y claramente se ve que no las ha cumplido, ¿nadie tiene responsabilidad por ello? Parece ser que no y que es el ciudadano el que va a cargar con las ‘dejadeces’ de funciones del Banco de España.

Ahora bien, cuando en enero indicó que los intereses de los productos de ahorro deberían de tener límites ‘so pena’ de penalización a las entidades, sí que estaba mirando por el bien de la banca y de que ganase más para mejorar su solvencia, cuando claramente estaba incumpliendo el principio de libre competencia. Al pequeño ahorrador ‘que le parta un rayo’. Y me pregunto entonces, a los directivos de este ente ¿no les pagamos los sueldos los españoles? ¿O se los pagan las entidades financieras? Entonces, ¿por qué defiende los intereses de las entidades frente a los de los ciudadanos? ¿No les pagamos para que nos defienda de las malas prácticas bancarias. Si o es así, ¿para qué les pagamos el sueldo?

Claramente en enero atentó contra el libre mercado con sus amenazas, eso sí, se cuidó muy mucho de que no quedase por escrito en ninguna directriz, fueron simplemente consejos y avisos con lo cual, 4 meses después, se ha visto forzado a recular porque el CNC (Consejo Nacional de la Competencia) iba a entrar a ‘cortar cabezas’. Que cada entidad remunere como quiera.

Pero estas, viendo que cuando el Banco de España dio esas directrices se acataron ‘ipso facto’, ¿por qué las va a cambiar ahora si lo que hay le favorece? La vuelta atrás del Banco de España ha dejado en manos de las entidades financieras el poder jugar con los ahorros de los ciudadanos como les dé la gana a su antojo. Ha supervisado para que ganen más y, cuando ya ha conseguido consolidar el sistema, se echa para atrás para evitar problemas, pero dejando sentadas las bases de un sistema que castiga al pequeño ahorrador para favorecer a las entidades financieras.

Este comportamiento merece cuando menos una reprobación y una sanción, ya que el dinero perdido por el pequeño ahorrador tras sus medidas de enero es muy importante y no lo va a recuperar nunca, unido al hecho de que muchos han contratado productos que no pueden cancelar ahora o en caso de que puedan, pagando comisiones y gastos.

Está claro que esta entidad tiene el nombre equivocado: no se debe de llamar Banco de España, debería de llamarse Banco de las Entidades Financieras de España, ya que solo mira por los intereses de éstas.

José Luis del Campo Villares, experto del portal iAhorro