Si alguno de los jugadores del Levante UD ha vivido de cerca la realidad de los amaños en el fútbol profesional, ése es Robert Acquafresca. El delantero italiano aseguró ayer que cree en la inocencia de todos sus compañeros y está convencido de que el tiempo y las investigaciones se encargarán de borrar la mancha de la sospecha. "La gente está limpia y todo se va a limpiar, espero. Lo que dicen fuera yo ya no lo sé", señaló el futbolista transalpino.

Autor de dos importantes goles en lo que va de temporada, a Acquafresca no se le escapa que el colectivo ha salido seriamente perjudicado de la polémica de las últimas semanas. "Lo que está escrito en los periódicos no hace ningún bien al equipo. La justicia tendrá que investigar pero eso no me compete", destacó el ariete.

Así ocurrió en su país durante la temporada 2005-2006, cuando varios clubes de la Serie A recibieron duras sanciones -el Juventus fue descendido- al destaparse un caso de corrupción generalizada en el fútbol italiano, el llamado "Moggigate". "Todo esto lo he pasado en Italia; fue un lío. Hoy todavía es un lío, porque cuando pasan estas cosas es innegable que hay mucha repercusión después. Espero que aquí eso no pase nunca", deseó el goleador cedido por el Bologna.

Después del punto en Mallorca gracias a su tanto, el reto de los "granotas" es ganar el viernes para consumar la permanencia y pasar página en este capítulo de la temporada. Eso sí, el ambiente en la caseta ha cambiado. "El vestuario tiene que trabajar en el campo y después, si hay algo, se tiene que hablar, pero fuera", reconoció Robert.

En los meses que lleva en España, Acquafresca ha reiterado que le gustaría continuar vistiendo la camiseta azulgrana. Sin embargo, está obligado a regresar a Italia este verano. El Bologna y el Genoa, clubes que comparten su propiedad, no piensan dejarlo marchar gratis. "No sé nada del futuro, lo importante es estar concentrado aquí y acabar bien la temporada. Después tendrán que hablar con el Bologna y el Genoa. El Levante no me ha dicho nada", sentenció el italiano.

Ballesteros quiere hablar

El capitán de la plantilla, Sergio Ballesteros, tiene pensado aparecer en rueda de prensa la semana que viene para dar su versión de los hechos y resolver las dudas que se han generado sobre su honorabilidad y la de sus compañeros. El de Burjassot asegura que ha optado por el silencio hasta que se confirme la permanencia, algo que podría convertirse en realidad matemática este viernes. Sin embargo, Ballesteros afirma que su deseo ha sido el de comparecer ante los medios nada más conocerse lo sucedido en el descanso del partido ante el Deportivo. El central llegó 20 minutos tarde al entrenamiento de ayer. Según el club, tenía permiso para hacerlo. El típico aplauso con el que los jugadores reciben a los que se retrasan no apareció ayer en Buñol, prueba de que la tensión en el vestuario azulgrana persiste.

Juanfran deja la UCI y Barkero sufre una elongación muscular

El defensa del Levante UD, Juanfran García, evoluciona favorablemente del traumatismo craneoencefálico que lo mantiene ingresado en la Clínica Palmaplanas de Mallorca desde el pasado domingo. Las pruebas médicas a las que se sometió ayer el valenciano revelaron que la leve hemorragia que provocó el choque con Arizmendi se ha reducido. De hecho, el futbolista abandonó la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para descansar en planta, donde seguirá en proceso de observación, puesto que la lesión está estabilizada. Esta tarde se le realizará un TAC para evaluar su estado y en función de los resultados se determinará su regreso a Valencia. El jefe de los servicios médicos del club, Rafael Plaza, se desplazó ayer hasta la capital balear para acompañar al jugador durante su estancia en el hospital. La presencia de Juanfran el viernes en el duelo ante el Real Zaragoza está descartada y, debido a la gravedad del percance, es seria duda su participación en lo que resta de temporada. También lo es la de Barkero. El mediapunta conoció ayer que sufre una elongación del bíceps femoral de la pierna derecha que lo tendrá alejado de los terrenos de juego al menos las tres próximas semanas. El de Aretxabaleta notó un "pinchazo" en el muslo durante el encuentro en Son Moix y solicitó el cambio para evitar males mayores. Por otra parte, Pedro López padece un leve esguince de ligamentos en la rodilla derecha. El de Torrent jugó ante el Mallorca infiltrado para no sufrir dolor, algo que puede repetirse el viernes en Orriols si Lell no evoluciona de sus molestias. Por último, Rubén García continúa con sus dolencias en la cadera. Aunque progresa en su recuperación, el cuerpo técnico desecha la opción de forzarle a jugar. El de Xàtiva ha sido convocado por la selección española sub-20 para disputar un partido amistoso ante Paraguay en Benidorm la semana que viene. Pedro Ríos, con permiso del club, fue el único que no apareció por las instalaciones de Buñol.