Dolors Carrasquilla, la mujer afectada por una infección crónica del hueso, ha cumplido dos meses encadenada en la Plaza de la Virgen de Valencia para exigir la concesión del grado de "gran invalidez" sin haber recibido, según ella misma afirma, "respuestas claras".

En un comunicado, la dependiente, que inició una huelga de hambre que debió abandonar a los 24 días por "pura prescripción médica", ha subrayado "el desgaste psicológico que conlleva el soportar tan dura hazaña".

Carrasquilla se encadenó el 6 de marzo entre el Palau de la Generalitat y la plaza de la Virgen de Valencia para reclamar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) volver al grado de invalidez que le rebajaron en 2010, cuando llegó a la Comunitat Valenciana desde Cataluña.

En el comunicado Carrasquilla ha mostrado su indignación por "la actitud de las personas que de alguna manera debían responder a los que como yo, reclamamos en esta sociedad".

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de Aldaia y miembro de la Coordinadora de la Discapacidad y la Dependencia, Juan Carlos Mellado, ha acusado al Gobierno de realizar "nuevos recortes a la Ley de Dependencia, que son una auténtica demolición controlada", con los que pretende "ahorrarse unos 1.400 millones".

Además, ha invitado a participar en una concentración-manifestación que, según ha dicho, tendrá lugar el próximo día 10 de mayo en Valencia, y que comenzará en la Estación del Norte de Valencia y finalizará en el Palau de la Generalitat.