Sergio Ballesteros, primer capitán de la plantilla del Levante UD, realizó su última rueda de prensa el pasado 17 de abril. Desde entonces, el de Burjassot no ha comparecido ante los medios de comunicación, ni siquiera después de la polémica suscitada por el presunto amaño de partidos.

Las acusaciones de Barkero -con sus posteriores disculpas públicas- y la investigación conjunta de la Liga de Fútbol Profesional y la Fiscalía Anticorrupción no han bastado para empujar a Ballesteros a la palestra con el fin de ofrecer una versión de los hechos en nombre de sus compañeros.

Ese papel lo asumió el jueves Juanfran García, segundo capitán del equipo. El de Barona, así como el presidente de la entidad, Francisco Catalán, el entrenador, Juan Ignacio Martínez y hasta José Javier Barkero, han utilizado los micrófonos durante las últimas horas para defender la inocencia de todos los jugadores y cerrar filas en torno a la honorabilidad de la plantilla. En cambio, pese a que su nombre también quedó salpicado por las imputaciones de Barkero, el «gran capitán» ha optado por permanecer en silencio.

Sin jugar desde el día del Dépor

Después de la derrota ante el Deportivo por 0-4, Juan Ignacio acometió una serie de cambios en el once ante el Barcelona. Uno de los sacrificados fue Ballesteros, que vio el partido desde el banquillo, al igual que Munúa. Tampoco jugó un solo minuto ante el Celta.