La cotización bursátil de Bankia lleva desde el martes desafiando la lógica, según la opinión más extendida entre los observadores del mercado español. Ha ocurrido después de que, ante la ampliación de capital que está en marcha (7.900 millones), el valor quedara desdoblado una vez finalizada la sesión del lunes, cuando estaba a 11,30 euros: por un lado, cotizaron las acciones propiamente dichas, a las que se asignó un valor de 1,37 euros; por otro, los 9,92 euros restantes pasaron a cotizar como derechos de suscripción preferente (los que pueden ejercer los accionistas para adherirse a la ampliación).

Desde el martes se han dado las siguientes situaciones con los títulos de Bankia:

-Los derechos de suscripción se han desplomado, quedando su valor en 0,45 euros, algo que entra dentro de la lógica por el rechazo de muchos accionistas a suscribir la ampliación de capital. Las masivas órdenes de venta hicieron que la cotización se despeñara.

-Paralelamente, las acciones propiamente dichas se han disparado y han pasado de los 1,37 euros del martes a 6,2 euros ayer. La cotización llegó en algunos momentos del pasado martes a tocar los 9 euros.

-Con esos movimientos, el valor bursátil total (6,65 euros, resultado de la suma de las cotizaciones de los derechos de suscripción y de las acciones) ha sufrido un fuerte descenso en dos sesiones (martes, jueves), aunque se recuperó ayer. De modo que quienes ya eran accionistas el lunes, han aumentado sus pérdidas.

Lo sorprendente ha sido, según los entendidos, el comportamiento de las acciones en su cotización segregada. La demanda se disparó incluso a pesar de que tanto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), accionista principal, advirtieron de que, una vez sea efectiva la ampliación de capital y los propietarios de los derechos reciban sus acciones, la cotización descenderá hasta situarse en torno a un euro o incluso por debajo.

Algunos analistas achacan ese anómalo comportamiento a los movimientos provocados por aquellos operadores que especulan con el valor en plazos cortísimos ("intradía"), incluso de minutos, para calentar la acción y sacar tajada. Otras interpretaciones relacionan lo acontecido con las compras de quienes tenían posiciones cortas sobre Bankia y las han deshecho súbitamente, para devolver las acciones que habían tomado prestadas.

En lo que todos parecen coincidir es que el valor sufrirá en las próximas jornadas una importante caída para situarse cerca de los niveles ya anunciados por los supervisores y reguladores. Ayer aún se produjo una subida del 21 % en la acción propiamente dicha, mientras el derecho de suscripción seguía desplomándose un 50 %.