Piezas de matricería, engranajes, cableado, bolas de cobre para baños electrolíticos, placas de bronce y hasta la hélice de un barco. Una banda de delincuentes desmanteló este pasado fin de semana una empresa dedicada al reciclaje de materiales usados y chatarra, situada en el barrio del Cristo de Quart de Poblet, tras entrar por la fuerza en una nave adyacente a ésta y hacer un butrón en una pared de cerca de 60 centímetros de ancho que comunica ambas empresas. A través de este pequeño agujero, de apenas un metro cuadrado, los ladrones fueron sacando las piezas a la otra nave, donde las iban cargando mediante carretillas en un camión que también sustrajeron. «Menuda faena de chinos se han pegado. Esto lo deben de haber hecho entre diez o doce personas», apuntaba el propietario, dada la dificultad de mover todo el material de una nave a la otra para poder cargarlo.

Además, previamente los ladrones tuvieron que descargar el camión, de 18 toneladas de capacidad, que los responsables de la empresa de maderas por la que accedieron suelen cargar con entre 1.500 y 2.000 kilos de palés para evitar precisamente que intenten robarlo. «Nos han robado ya unas 30 veces en los últimos tres años, esto es un desastre», criticaba Manuel, dueño de una de las empresas afectadas.

En total, y a falta de que concluyan los trabajos de recuento del material que falta, se calcula que los ladrones se llevaron cerca de seis toneladas de metal entre cobre y bronce, según explicó Joaquín, propietario de la empresa Arcusa Hermanos, dedicada al reciclaje, clasificación y valoración de chatarras férricas y no férricas, así como a la compraventa de materiales y maquinaria usada de diversos tipos.

Al parecer, los delincuentes accedieron al interior de la primera nave, de chapas y maderas, la noche del sábado al domingo. «Forzaron una puerta lateral que estaba totalmente sellada y que era la única que no tenía sistema de alarma», apuntó Manuel. Días antes ya habían entrado a robar en esta misma empresa situada en la calle Doctor Fleming, en el polígono industrial del barrio del Cristo. No se llevaron nada. Todo apunta a que estaban preparando su posterior golpe.

Una vez en el interior de la empresa de maderas los ladrones realizaron un agujero en una pared que comunica con la nave anexa, donde almacenan todo tipo de piezas de metal y chatarra. Ese era el verdadero objetivo de su robo. De hecho, todo apunta a que mientras unos iban descargando los palés del camión de la primera empresa, los otros iban acercando las piezas de cobre y bronce hasta el butrón.

De esta forma los delincuentes eludieron los sistemas de seguridad de la puerta principal de la nave de reciclaje y cargaron todo su botín en el camión de la otra empresa sin ser vistos ni levantar sospechas.

No fue hasta la mañana siguiente cuando una patrulla de la Policía Local se percató de que la puerta de una de las naves estaba abierta. «Me llamó la policía y enseguida supimos que nos habían vuelto a entrar. Esto es así desde que comenzó la crisis», se lamentó el propietario del camión robado. Hace cinco meses este mismo vehículo también fue sustraído para cargar mercancía robada, aunque en aquella ocasión lo abandonaron en las proximidades.