El edificio construido en Picanya con el objetivo de poner en marcha una residencia de mayores municipal, de concesión privada, está sufriendo destrozos y expolios en los últimos meses, al igual que ha sucedido con otras infraestructuras construidas en l'Horta que no han podido ponerse en marcha. Con la finalidad de robar las piezas de hierro, según han confirmado fuentes municipales, los autores han roto cristales y ventanales para acceder al interior, y han arrancado diversos elementos. También algunas pintadas y grafitis cubren tramos de las fachadas. Desde el consistorio se explica que la Policía Local ha llegado a detener en diversas ocasiones a individuos en el interior que causaban daño al edificio y los ha puesto a disposición judicial. De ahí que exista un control periódico de la zona y que el propio ayuntamiento haya ordenado a la empresa adjudicataria del proyecto que adopte medidas para evitar un deterioro mayor. En los últimos días, la firma está tapiando las entradas y algunas ventanas para evitar el acceso irregular.

La residencia está situada a la entrada del casco urbano de Picanya desde Torrent, en una amplia parcela. Se proyectó hace más de una década para 125 camas y para otras tantas plazas en un centro de día. En el año 2001 se adjudicó a una empresa la construcción y la gestión por 50 años. Con todo, el contrato se firmó en 2003 y, desde el inicio, tuvo un desarrollo irregular ya que los problemas internos de la firma provocaron que se paralizara en varias ocasiones la obra, que tenía que haber estado acabada entre 2005 y 2006. En agosto de 2007 el consistorio se planteó rescindir el contrato por incumplimiento de los plazos, ya que desde el gobierno local se aseguró haber perdido la confianza en ella para prestar el servicio. Hubo un acuerdo plenario e incluso se llegó a amenazar a la sociedad con una multa de más de 600.000 euros. Pero entonces no fue posible encontrar a un sustituto de la construcción y la gestión.