Un triple del alero croata Krunoslav Simon, a 38 segundos para el final, eliminó cualquier opción de victoria para el Valencia Basket frente al Unicaja. Un paso atrás que, además, puede complicar la cuarta plaza a los de Perasovic porque los rivales por atrás vienen apretando. Por el contrario, los malacitanos se meten de lleno en la lucha por jugar la promoción final por el título de Liga tras este triunfo. El Unicaja conocía que su máximo rival, el Blusens Monbus, había ganado, por lo que a los del técnico Jasmin Repesa no les quedaba otra que salir a tope y, al final, lograron romper la racha de tres victorias seguidas que llevaba un potente Valencia.

El equipo cajista, sabiendo lo que se jugaba, empezó desde el principio muy concentrado, sin dar opción a su rival (8-0, m.2). El técnico del conjunto valenciano, Velimir Perasovic, veía desde la banda la inoperancia de sus jugadores, que no despertaban y a los que les hizo falta cuatro minutos para anotar la primera canasta.

El primer cuarto no tuvo mucha dificultad para los cajistas (26-14), que sorprendieron al Valencia Basket, con lo que los de Perasovic debieron cambiar la defensa a zona y ahí empezaron los problemas del Unicaja. El base Rodrigo San Miguel cogió la batuta del juego y, con dos triples seguidos, acercó a su equipo en el marcador (32-28, m.15). Un parcial de 0-12 hizo saltar las alarmas en el Martín Carpena (32-34, m.18), y es que los malagueños solo habían anotado seis puntos en siete minutos, algo preocupante para superar a un Valencia que cambió por completo en este cuarto (37-34, m.20).

La igualdad prosiguió en el tercer cuarto. Hubo escasas diferencias. El Valencia Basket corría riesgos y se le veía superior en el juego interior, si bien la ventaja en el electrónico, aunque mínima, seguía siendo para los locales (56-55, m.30). Ninguno de los dos lograba despegarse en el marcador. El Unicaja anotaba desde fuera de la zona y su juego interior prácticamente no existía, mientras que el Valencia se valía de su jugador referencia, el ala-pívot estadounidense Justin Doellman, que ofensivamente era inabordable y acabó como máximo anotador del choque con 19 puntos.

El último minuto aportó mucha emoción, con 74-71 en el marcador y sólo quince segundos después con 74-73. Pero justo ahí llegó un triple de Simon, a falta de 38 segundos, que dio una renta de cuatro puntos al Unicaja (77-73) y esto sirvió a los malagueños para imponerse.

El Real Madrid ganó un clásico

(78-65) venido a menos, en el que se aseguró el primer puesto de la Liga regular, en el que ninguno de los dos equipos quiso emplearse a fondo y en el que la diferencia final fue a todas luces exagerada. Joe Inglés fue el encargado de inaugurar el clásico con 5 puntos eléctricos en apenas treinta segundos. Fue un fogonazo sin continuidad. Real Madrid y Barcelona se enzarzaron en un concurso de errores en ataque que tuvo su inmediato reflejo en el marcador al final del primer cuarto, 13-12. El partido no pintó nada bien desde antes de iniciarse, por lo poco que estaba en juego para ambos equipos y por las bajas azulgranas. Ausente Juan Carlos Navarro, el Barça se quedó sin chispa, sin genialidades, sin una vía directa hacia el éxito. El Madrid también estuvo obtuso, pero su capitán Felipe Reyes no entiende otra cosa que luchar con su pundonor habitual y mantuvo a su equipo en el marcador con canastas al límite. efemadrid