Después de los parabienes del acto oficial de cesión de la dársena del puerto de Valencia a la ciudad realizado el miércoles con asistencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor, ayer llegó la hora de poner los números sobre la mesa. El Gobierno, por boca del secretario de Estado de Administración Pública, Antonio Beteta, apremió en la reunión del consejo rector del Consorcio Valencia 2007 para que este organismo, presidido por la alcaldesa, Rita Barberá, empiece a rentabilizar la Marina Real Juan Carlos I y pague ya el crédito de 300 millones de euros que debe al ICO. "A partir de ahora se puede ir devolviendo el crédito oficial", declaró Beteta en la rueda posterior al consejo.

El secretario de Estado apuntó que hay que avanzar para que la marina real sea "un motor de revitalización económica de Valencia y de España". "Hay que crear ciudad y riqueza y devolver el crédito", insistió Beteta. "Como yo soy de Hacienda me toca a mi promover la devolución del crédito", comentó el representante del Ministerio de Hacienda.

"No es la meta, es la salida"

En el consejo rector, se aprobó el convenio interadministrativo para la cesión, por parte del ayuntamiento, de la dársena y, por parte del puerto, de la marina exterior a favor del Consorcio por un periodo de 35 años. La "cesión inmediata" de los terrenos portuarios desafectados a Valencia 2007 fue una de las "condiciones" expresas del Consejo de Ministros para entregar la dársena a la ciudad, una reivindicación histórica de Valencia. Así lo explicó ayer Beteta quien subrayó que "hoy vislumbramos no la meta sino la salida" para la marina real.

El Consorcio, bloqueado durante el gobierno socialista por los desencuentros políticos, no ha podido hacer frente al pago de los plazos del crédito del ICO con el que se financiaron las obras de la Copa del América y busca un plan de refinanción del préstamo. El Gobierno, como avalista, es quien está pagando los vencimientos.

El plan de negocios que el director general del Consorcio Valencia, Pablo Landecho, presentó al consejo tendrá que ser revisado. Beteta explicó que el documento "no está cerrado" y puede incorporar actuaciones nuevas además de las previstas en el plan de usos. En todo caso, deberá recibir el visto bueno del ICO.

Recuperar la visión de la dársena

Rita Barberá dio ayer nuevas claves del borrador del plan de usos de la marina real, un nuevo barrio de un millón de metros cuadrados. La construcción del varadero en la marina sur, el club de playa con piscinas que se ubicará en el canal y servirá de conexion con la playa de la Malva-rosa y -a instancia directa de la alcaldesa- la rehabilitación del Tinglado 2, serán las actuaciones prioritarias. Las obras se licitarán, previsiblemente, antes del verano. El tinglado 2 se destinará a restauración, posiblemente, a un mercado "gourmet"

El plan de usos destina las bases de la zona norte a cluster tecnológico. El consorcio anunció ayer que en breve se licitará una de las bases, sobre las que habían puesto sus ojos empresas como Plug and Play. Las bases de la zona sur se trasladarán, sin fecha fija, para "recuperar la visión de los tinglados al mar" y convertir esta zona en un espacio de uso ciudadano. El plan de usos consolida la mitad de las bases deportivas, que en principio iban a ser provisionales porque afeaban la perspectiva de la dársena y ocultaban los edificios historico.

De manera inmediata, el Consorcio hará una inversión para eliminar las vallas que separan la marina del paseo marítimo y de la playa. La idea es que el flujo de viandantes del paseo marítimo llegue a la marina. También se liberará el frontal de la bases deportivas que ahora no tienen continuidad.