La comisión municipal de Urbanismo acordó ayer por unanimidad solicitar a Bankia la cesión gratuita de la alquería Julià, un edificio ubicado en la calle Castán Tobeñas que lleva años cerrado y que es el único Bien de Interés Cultural (BIC) que hay en el barrio de Nou Moles. La decisión de instar al banco a que ceda la alquería a la ciudad se produjo a instancias de una moción del grupo municipal socialista y tras varios intentos del gobierno local por adquirir el inmueble.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, explicó que tanto el vicealcalde, Alfonso Grau, como él han negociado con el banco la adquisión del edificio, destinado a uso dotacional para el barrio. La compensación que pedía la entidad "no era razonable", apuntó ayer Alfonso Novo, quien dio ayer su apoyo a la moción de los socialistas pese a recordar que "no hay ningún servicio municipal que se haya interesado" por tener adscrito el edificio, lo que implica rehabilitarlo y darle uso.

El concejal socialista Vicente Sarrià, cuyo grupo ha presentado varias mociones encaminadas a que el ayuntamiento adquiera el inmueble, reclamó ayer a la entidad que rebaje sus pretensiones económicas ya que ha estado recibiendo fondos públicos para su rescate.

El ayuntamiento quiere evitar a toda costa acudir a una expropiación para hacerse con el inmueble. Como se ha publicado las expropiaciones de edificios destinados a uso dotaciones, como el casino del Americano, en muchos casos forzadas por los propietarios tras años esperando la expropiación está produciendo una importante sangría económica al ayuntamiento. La alquería Julià, un edificio de estilo tardoherreriano con fachada barroca y un huerto histórico donde se dice predicó San Vicente Ferrer, está al lado del nuevo complejo administrativo 9 d'Octubre, del que se espera sea un foco de revitalización del barrio.