La Guardia Civil está analizando el arma colocada junto al cadáver —le pusieron la mano sobre la culata— localizado el viernes en un campo de naranjos de Llocnou d’En Fenollet, un fusil de asalto AK-47, más conocido como «Kalashnikov», con el que supuestamente realizaron los disparos en un chalé de Alboi a finales de febrero, tal como informó ayer Levante-EMV. Aún no se ha podido confirmar la identidad del fallecido, ya que no se le practicará la autopsia hasta el lunes, pero todo apunta a que se trata de un hombre de origen moldavo.

El tiroteo se produjo a finales de febrero en un chalé de Alboi, del que la Policía Nacional tuvo conocimiento a través del Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva. Responsables del centro alertaron a la comisaría local después de que acudieran a su servicio de urgencias dos hombres, uno de ellos, de nacionalidad uruguaya, con un tiro en una pierna, y el otro, natural de Argentina, con graves quemaduras en la cara, provocadas por una deflagración, que le han hecho perder un ojo.

Cuando la policía les tomó declaración, únicamente admitieron que se habían visto involucrados en un tiroteo en un chalé de Alboi cuando cerraban un negocio, según ellos, la compraventa de una vivienda. Sin embargo, la policía está convencida de que se trata, una vez más, de un intento de robo entre traficantes de droga. De hecho, el hombre que ha perdido un ojo se encuentra en la cárcel de Picassent desde que recibió el alta médica porque tenía pendiente una requisitoria por tráfico de drogas.