La Guardia Civil investiga el origen de los restos óseos de dos cadáveres diferentes, posiblemente de un adulto y de un niño, encontrados ayer por la mañana por un matrimonio en un área descampada de Cheste. En principio, los restos podrían superar incluso los 20 años de antigüedad, aunque deberán ser los antropólogos del Instituto de Medicina Legal de Valencia quienes lo determinen a partir del próximo lunes.

Aparentemente, los cuerpos estarían descuartizados, aunque cabe la posibilidad de que estén fragmentados por el mal estado de conservación.

El hallazgo se produjo de manera casual sobre las diez de la mañana de ayer, cuando un matrimonio paseaba por un área descampada, en la zona de Cambrillas, buscando espárragos. La pareja descubrió un cráneo humano cerca de una bolsa de plástico. Al mirar por los alrededores, se toparon con otros dos huesos de apariencia humana, así que decidieron llamar al cuartel de la Guardia Civil de Cheste, que envió una patrulla al lugar.

Cuando los agentes comprobaron que se trataba de restos óseos humanos, alertaron al equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja, al grupo de Homicidios, al laboratorio de Criminalística y a la comisión judicial de Requena.

Al parecer, los huesos estaban distribuidos en una bolsa grande, junto lo que podrían ser escombros, y estaban muy deteriorados. Aunque el informe definitivo deberán realizarlo los dos antropólogos forenses con que cuenta el Instituto de Medicina Legal de Valencia, en principio, la forense que examinó ayer los huesos en el lugar adelantó que se trataba de restos bastante antiguos.

Incluso podrían tener más de veinte años, en cuyo caso, aunque se tratase de sendas muertes violentas, la responsabilidad penal sobre quien estuviese implicado en ellas habría desaparecido al haber prescrito el delito.

Además, la forense dictaminó que los huesos pertenecían a dos personas distintas, una de ellas, adulta, y la otra, posiblemente menor, dado el pequeño tamaño de algunos de los restos hallados.

Procedentes de una excavación

Una de las hipótesis que se barajan es que pudieran proceder de una excavación o de una obra privada, y que alguien los hubiese arrojado al campo para ahorrarse explicaciones.

De todos modos, los agentes de Homicidios y de Riba-roja ya han comenzado a revisar denuncias de personas desaparecidas, para ver si alguna es compatible con el hallazgo. Es fundamental, no obstante, contar con el dictamen del forense, para acotar no sólo las edades que pudieran tener los dos humanos al fallecer, sino también la data de la muerte.

De momento, el juez de Instrucción número 1 de Requena, en funciones de guardia, ya ha ordenado el traslado de los huesos al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde se iniciará el estudio de los restos a partir del próximo lunes, según fuentes de toda solvencia.